Este lunes, el Tribunal Supremo ha dictaminado la prisión provisional, comunicada y sin fianza para Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE, implicado en el ‘caso Koldo’ por presuntos cobros de comisiones en adjudicaciones de obra pública. Se le acusa de pertenecer a una organización criminal, cohecho y tráfico de influencias, debido a su supuesta posición de ‘preeminencia’ dentro de la estructura corrupta.
Según un auto judicial, al que Europa Press tuvo acceso, el magistrado instructor, Leopoldo Puente, señala que Cerdán «se encargaba de reclamar a las constructoras indebidamente favorecidas por las (obras) adjudicadas las cantidades adeudadas, las recaudaba y las hacia llegar después a los señores (José Luis) Ábalos y (Koldo) García».
El magistrado también indicó que Cerdán jugaba un papel crucial interactuando con las empresas beneficiadas, asegurándose de que los pagos se realizaran según un mecanismo aún no revelado. «Indiciariamente resulta que Cerdán habría de ser inequívocamente conocedor del importe total de los indebidos pagos en relación con cada una de las obras adjudicadas, así como también del procedimiento concreto por el cuál la adjudicataria satisfacía las comisiones o premios pactados», añadió Puente.
UN «CONOCIMIENTO PRIVILEGIADO» DE LOS HECHOS
Para Puente, el ‘conocimiento privilegiado’ de Cerdán sobre los detalles de las transacciones corruptas justifica su ingreso en prisión para evitar que pueda «ocultar, alterar o hacer desaparecer las pruebas relevantes para el esclarecimiento de los hechos».
En su declaración, que solo respondió a su abogado, Cerdán negó su participación en la trama y rechazó haber realizado pagos al PSOE, atribuyendo su implicación a una persecución política. Sin embargo, la Fiscalía, representada por Alejandro Luzón, argumentó que había un riesgo claro de fuga y destrucción de pruebas, y describió a Cerdán como ‘el jefe de la organización criminal’.
AVALA LOS AUDIOS DE KOLDO
El magistrado también validó audios grabados entre 2019 y 2023, que incluyen conversaciones de Cerdán con Ábalos y García. Estas grabaciones, según el auto, no parecen haber sido manipuladas ni alteradas, y proporcionan evidencia significativa contra los implicados. Puente desestimó la posibilidad de que Koldo actuara como agente encubierto o provocador.