El TSJM confirma 22 años de prisión para la mujer que asesinó a la presidenta de su comunidad y quemó el cadáver

El TSJM confirma 22 años de cárcel para la mujer que mató a la presidenta de su comunidad, quemó el cadáver y lo abandonó en una escombrera de Toledo.

Archivo - La acusada de matar a su vecina en CarabanchelEUROPA PRESS - Archivo

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha confirmado la pena de veintidós años de cárcel impuesta a la mujer que, el 27 de febrero de 2023, acabó con la vida de la presidenta de la comunidad de propietarios de su bloque, quemó su cuerpo y lo abandonó en una escombrera de la provincia de Toledo.

Según se recoge en la resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, el tribunal desestima el recurso contra el fallo de la Audiencia Provincial de Madrid que condenó a Marta C. a un año y nueve meses de prisión por un delito de falsedad en documento mercantil; a veinte años por un delito de asesinato; y a cuatro meses por un delito de profanación de cadáver.

Durante la vista oral, Marta C. H. declaró que la víctima se habría precipitado al suelo en el interior de su vivienda y se golpeó en la cabeza, admitiendo que la soltó cuando intentó incorporarla al ver que tenía las manos llenas de sangre, y reconoció que quemó el cadáver dentro de la misma maleta con la que lo trasladó hasta su localidad de Toledo.

El Ministerio Fiscal interesaba una condena de trece años de prisión por un delito de homicidio y profanación de cadáver, mientras que la acusación particular ejercida por la familia elevó la petición hasta los 28 años de cárcel al entender que se trataba de un asesinato, al considerar que el crimen fue premeditado.

Respecto a lo ocurrido el día de los hechos, la acusada explicó que acudió sobre las diez de la mañana a su domicilio para terminar la mudanza y que había quedado con Pilar para tratar el asunto de los impagos. “Venía detrás mío y en un momento se cayó dentro del baño y se dio contra el suelo. La quise levantar pero las manos se me llenaron de sangre y la solté y se volvió a golpear. No sé qué me pasó”, relató ante el tribunal.

A continuación, introdujo el cuerpo en una maleta y bajó a comprar lejía debido a la gran cantidad de sangre, señalando que no avisó a los servicios de emergencia porque no sabía cómo explicar lo sucedido. Además, confesó que quemó el cadáver dentro de la maleta porque no quería verlo.

En la fase pericial, las forenses descartaron que la procesada padeciera algún trastorno mental o de personalidad, y definieron a Marta como una persona “controlada, hostil, fría, distante, egocéntrica e intransigente”.

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