En el proceso judicial que se celebra en la Audiencia de Castellón contra seis personas por su presunta implicación en una secta liderada por un hombre que llevaba a cabo terapias de sanación a través de rituales sexuales, la última acusada en declarar ha afirmado que, aunque estaba casada, no consideraba separarse ya que sus encuentros sexuales con el difunto líder tenían un carácter ‘espiritual’.
Respondiendo a las cuestiones del fiscal, la acusada expresó que su amor por el líder de la presunta secta en Vistabella no era terrenal, sino ‘espiritual’, y que compartían la creencia de que los hijos nacidos de esta unión serían ‘puros y salvarían al mundo’. A su vez, relató que se enteró de que una de sus hijas, ya adulta, había mantenido relaciones con él solo en 2021, asegurando que de haber sabido que su hija era menor cuando ocurrieron, lo habría denunciado inmediatamente.
Además, la acusada mencionó que su relación con el líder se deterioró tras reprocharle su relación con su hija, y negó haber participado en actos sexuales con menores. Por otro lado, el fiscal ha rebajado las acusaciones para los seis implicados, quienes enfrentaban penas de entre 16 y 76 años, tras modificar los términos de participación en los delitos, especialmente para la pareja sentimental y la nuera del líder.
El abogado de la defensa destacó las ‘extraordinariamente numerosas’ modificaciones en las conclusiones del fiscal, tanto en los hechos como en la calificación jurídica, y ha solicitado tiempo adicional para preparar la defensa adecuadamente. Los demás abogados se sumaron a esta petición y el juez concedió un plazo de diez días antes de continuar con el juicio el próximo 17 de diciembre.
