Los partidos que conforman el Gobierno, PSOE y Sumar, han rubricado con EH Bildu un acuerdo para registrar una Proposición de Ley para reformar la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida por sus detractores como Ley Mordaza.
El texto base será el mismo que decayó en comisión en la pasada legislatura, pero incorporando los cuatro puntos de fricción que entonces provocaron el rechazo de la izquierda abertzale y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC): la prohibición del uso de las pelotas de goma, de las devoluciones en caliente, y la revisión de las faltas de respeto a la autoridad y la desobediencia.
La iniciativa será registrada en las próximas horas y podría sumarse aún algún otro grupo con su firma. El objetivo es que la Mesa del Congreso la califique en su reunión de la próxima semana y sea elevada el Pleno en un plazo de unas dos semanas, utilizando el cupo de EH Bildu.
Pelotas de goma y devoluciones en caliente
Las pelotas de goma eran, junto con las devoluciones en caliente, la arista a la que el PSOE más se resistía. El acuerdo establece que las pelotas de gomas serán sustituidas por materiales menos lesivos y que no causen lesiones irreparables, aunque no se han concretado cuáles.
Por su parte, en lo que a devoluciones en caliente respecta, el Gobierno dispondrá de seis meses para abordar la modificación de la Ley de Extranjería con el fin de incorporar una Disposición adicional para regular un régimen especial en Ceuta y Melilla que garantice los derechos de las personas migrantes, asegurándose de que las solicitudes de asilo se tramiten conforme a la ley y respetando los Derechos Humanos.
En este sentido, la iniciativa reza que será obligatoria la certificación e identificación de las personas potencialmente solicitantes de asilo y la consecuente evaluación deberá realizarse en los lugares habilitados al efecto en los pasos fronterizos previamente al proceso de posible expulsión.
En la pasada legislatura, los socialistas plantearon desvincular el asunto de la reforma de Mordaza, comprometiéndose a incluirlo en una futura reforma de la Ley de Extranjería. No surtió efecto entonces y, ahora, el acuerdo confirma que irán de la mano.
Faltas de respeto a la autoridad
De aprobarse la nueva ley, los insultos o injurias cuyo destinatario sea un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pasarían a ser solo una falta leve; siempre y cuando estas conductas no fueran constitutivas de infracción penal.
Por infracción se entenderán “las expresiones relevantes”, que en ningún caso podrá interferir con la libertad de expresión. Este punto, según ha explicado el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu, tendría como fin acabar con el criterio, a su juicio, discrecional por el que un agente podía considerar como una falta de respeto a la autoridad “una mirada, una camiseta o el tono de voz”.
Otra de las novedades sería la cancelación de la falta en caso de que el sancionado accediese a retractarse o disculparse por sus expresiones.
Desobediencia
La infracción de desobediencia, con la reforma, pasaría de falta grave a leve. Se entendería como tal cuando, tras una orden legal, el implicado opusiera resistencia corporal o se negase a identificarse o aportase datos falsos o inexactos.
Incurriría en la infracción toda vez que sea de forma manifiesta, clara y objetivable”, y siempre y cuando “no sea constitutiva de infracción penal”.