La disolución de las Cortes Generales por el adelanto electoral convocado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha condenado a todas las leyes en tramitación, a destacar tres de carácter económico que estaban a pocos días de concluir su ruta hacia el BOE. Uno de los Proyectos de ley que se ha quedado por el camino es el de Enseñanzas Artísticas, un articulado que contaba con el beneplácito de la práctica totalidad del sector y contaba con un notable consenso entre los grupos parlamentarios.
El lunes estaba previsto que se reuniera la comisión de Educación y Formación para dar el visto bueno al informe de la ponencia ya que se había incluido en el orden del día del Pleno del Congreso de esta semana. Así, hubiera quedado listo el jueves para ser remitido al Senado y ser aprobado definitivamente. No obstante, la cita se desconvocó minutos después de la declaración institucional de Sánchez.
El Grupo Socialista aceptó incorporar un total de 62 enmiendas en sus términos y otras 14 transaccionales, a las que preveía sumar algunas modificaciones más en el debate de la comisión. Todo para allanar el camino de una ley que ha contado con la participación de todos los grupos parlamentarios a excepción de Vox y satisfacía al sector con un nuevo catálogo de disciplinas, una reorganización estructural y un nuevo sistema de acceso a los estudios superiores.
La Escritura Creativa y el Circo tendrán que esperar
La ley absorbía un clamor del sector: el reconocimiento de la Escritura Creativa como enseñanza artística superior. El articulado aprobado por el Consejo de Ministros recogía siete ámbitos de enseñanzas artísticas: de Música; de Danza; de Arte Dramático; de Conservación y Restauración de Bienes Culturales; de Artes Plásticas; de Diseño; y de Artes Audiovisuales. A esta lista, se le sumó vía enmienda la Escritura Creativa y se abrió la puerta a estudiar otras con arraigo territorial, como las actividades circenses.
PSOE y Unidas Podemos ya tenían previsto incorporar la Escritura Creativa como enseñanza artística superior. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Ana Oramas, de Coalición Canaria (Grupo Mixto) también registraron sendas enmiendas en este sentido, por lo que no hubo problema alguno para incorporarlo al informe durante la ponencia.
Todos ellos comparten que se trata de una disciplina transversal que supone el motor de artes como la literatura, el teatro o la creación audiovisual, entre otros. Además, entienden que atesora una gran tradición y recorrido históricos. Desde el Grupo Socialista explican que escucharon al sector y atendido sus demandas, al tiempo que valoran que se trataba de una oportunidad para crear empleo.
La disolución de las Cortes ha dado al traste con todo lo acordado y, de retomarse, habrá de ser en la próxima legislatura.
ERC también planteaba en sus enmiendas que las actividades circenses estuvieran reconocidas, una propuesta sobre la que insistieron Unidas Podemos y Junts, aunque en menor medida. En el caso de los morados, pretendían crear un grupo de trabajo en un plazo máximo de seis meses desde la publicación en el BOE de la ley para que estudiara la incorporación de las Actividades Circenses a las enseñanzas artísticas superiores. Junts, por su parte, fijaba el plazo en 12 meses.
Según fuentes socialistas, en un principio no le veían demasiado recorrido porque no lo consideraban un ámbito con una tradición histórica relevante. No obstante, interpretaban que en algunos territorios sí tiene arraigo, por lo que incluyeron la posibilidad de que las administraciones propongan disciplinas con arraigo. PSOE, Unidas Podemos, ERC y Junts rubricaron una transaccional que articula todo esto:
Disposición adicional tercera bis: Nuevas enseñanzas profesionales Las Comunidades Autónomas podrán elevar propuesta al Gobierno para iniciar los trámites de creación de nuevas enseñanzas profesionales relacionadas con otras disciplinas artísticas con presencia territorial, como el circo, con objeto de adecuar la oferta formativa a los perfiles profesionales demandados por el sector cultural y artístico.
El Partido Popular propuso en sus enmiendas que también se incluyeran los Videojuegos y la Animación, lo que sería factible utilizando esta vía.
La disolución de las Cortes ha dado al traste con todo lo acordado y, de retomarse, habrá de ser en la próxima legislatura.
Preparando la prueba específica
Otro de los principales cambios que introducía el articulado tenía que ver con la estructura de los estudios superiores y las pruebas de acceso. Según trasladan fuentes del sector consultadas por Demócrata, algunos centros ya estaban preparando los programas y confeccionando ideas para las pruebas específicas, unos avances en vano tras decaer el texto.
El artículo 7 de la ley de enseñanzas artísticas regulaba el acceso a dichos estudios. Los requisitos eran dos. En primer lugar, el alumno o alumna debía de estar en posesión del título de Bachiller, o de un título de enseñanzas artísticas superiores, título universitario o título de Técnico Superior de Artes Plásticas y Diseño, Técnico Superior de Formación Profesional, o Técnico Deportivo Superior, o de un título declarado equivalente u homologado a dichos títulos, o haber superado la prueba de acceso a la universidad para mayores de 25 años. Además, habría de superar una prueba específica de acceso a la disciplina correspondiente (no será la EVAU). En ella, se tendrá que demostrar que se poseen los conocimientos, capacidades y habilidades y aptitudes necesarias para cursar con aprovechamiento las enseñanzas.
El Gobierno, previa consulta a las comunidades autónomas y al Consejo Superior de Enseñanzas Artísticas, sería el encargado de elaborar la prueba específica. Las administraciones educativas autonómicas eran las responsables de desarrollar la prueba, y los centros y escuelas, de aterrizarla, un escenario para el que habían comenzado a prepararse.
También se regulaban las exenciones. En el ámbito de las enseñanzas artísticas afloran jóvenes extraordinarios que rompen moldes por su precocidad, pues demuestran unas competencias impropias de su edad para ciertas disciplinas. Para evitar que el primer requisito, el de titulación de Bachiller u otros, fuera un impedimento porque supone una barrera que requiere una edad determinada, el Ejecutivo establecía una vía menos ortodoxa.
Los jóvenes extraordinarios debían someterse a la prueba específica y a una segunda en la que el aspirante tendrá que acreditar haber alcanzado el desarrollo de las competencias clave previstas al finalizar el bachillerato. Al igual que con la prueba específica, eran las administraciones educativas las responsables de regular y organizar la prueba.
También podían quedar exentos aquellos que acreditaran una determinada experiencia laboral o profesional, pero no disponían de la titulación académica. No obstante, al igual que los talentos precoces, tenían que realizar la prueba específica.