La Línea 6 de Metro de Madrid, la más concurrida de la red, retomará este sábado 20 su servicio íntegro después de más de 200 días con el tráfico ferroviario interrumpido por las obras de la primera fase de su automatización, un proyecto que se prevé culminar en 2027.
La reapertura se producirá antes de lo programado, al adelantarse once días la puesta en marcha del arco este, entre Moncloa y Legazpi, tramo donde la circulación estaba suspendida desde el 6 de septiembre (105 días).
Con anterioridad se ejecutaron las actuaciones en el arco oeste, entre Moncloa y Méndez Álvaro, que permaneció sin servicio desde el 31 de mayo hasta el 6 de septiembre (98 días), y cuya recuperación también se produjo antes de la fecha fijada inicialmente.
Así, desde este sábado, en plena antesala de la campaña navideña, la Línea 6 volverá a estar operativa en todo su recorrido, con 28 estaciones distribuidas a lo largo de casi 23,5 kilómetros, y seguirá siendo la más utilizada de la red, con 430.000 desplazamientos diarios (116 millones de usuarios en 2024).
En esta primera etapa de trabajos se ha renovado por completo la plataforma de vía, sustituyendo el balastro existente —se han retirado 35.200 metros cúbicos— por una losa de hormigón.
Asimismo, se han cambiado 86.057 metros lineales de carril, con una vida útil estimada de entre 30 y 40 años. La unión se ha realizado mediante soldadura eléctrica para minimizar incidencias, especialmente a primera hora de la mañana por los cambios de temperatura.
También se han reemplazado los aparatos de sujeción y guiado de carril, necesarios para el paso de una vía a otra a nivel de plataforma. En total, se han desmontado 154.662 unidades.
Paralelamente, se ha llevado a cabo la adaptación estructural de los andenes de las estaciones con vistas a la futura instalación de puertas de andén, sobre unos 7.000 metros lineales. Para ello se han colocado 3.990 pilares de refuerzo y 7.700 metros de pisaderas provisionales.
Del mismo modo, se ha completado la modernización de las 13 subestaciones eléctricas que alimentan esta línea, elevando la tensión de 600 Vcc (corriente continua) a 1.500 Vcc para adecuarse a los nuevos trenes, lo que permitirá además reducir en un 30% el consumo energético.
Gracias a esta intervención, en 2027 comenzarán a circular por la Línea 6 los 40 trenes monotensión de gálibo ancho y alimentación a 1.500 Vcc que está fabricando la empresa CAF. Su llegada está prevista a partir de mediados de 2026, momento en el que iniciarán un periodo de pruebas antes de entrar en servicio comercial.
Siguientes fases del proyecto de automatización
Tras esta primera fase, en enero está previsto el inicio de una segunda etapa, centrada en la instalación de las futuras puertas automáticas a lo largo de 7.000 metros lineales de andén. En total, se colocarán más de 1.600 puertas en toda la línea (24 por andén, hasta un total de 70), con cierre hermético y apertura exclusiva cuando el tren esté completamente detenido.
Estas puertas permitirán separar físicamente la zona de espera de los pasajeros del área de circulación de los trenes, con el objetivo de reforzar la seguridad y, al mismo tiempo, posibilitar una mayor velocidad de entrada de los convoyes en estación.
Los nuevos elementos estarán presentes en las 28 estaciones de la línea y se montarán en horario nocturno para no interferir en el funcionamiento habitual de la L6 durante la mayor parte del día. Desde el 7 de enero, el cierre del servicio se adelantará a las 23:00 horas de domingo a jueves, mientras que los viernes y sábados se mantendrá el horario habitual, coincidiendo con los periodos de mayor demanda.
Durante este intervalo, al igual que en las dos fases en las que la Circular no ha estado plenamente operativa, la empresa metropolitana garantizará la movilidad de los usuarios mediante autobuses gratuitos que reproducirán el recorrido en superficie entre las 23:00 y la 1:30 horas.
La tercera fase comenzará con la recepción de los 40 nuevos trenes, prevista a partir de junio o julio. Se espera que empiecen a circular en pruebas en torno a julio del próximo año, antes de iniciar el transporte de viajeros en 2027.
Su rasgo más destacado será la conducción semiatomática, sin cabina de maquinista, lo que permitirá incorporar en la cabecera un cristal panorámico desde el que los usuarios podrán observar las vías y las estaciones.
Cada tren estará formado por seis coches, con una configuración de pasillo continuo que conectará todos los coches a lo largo de la unidad. El ancho pasará de 2,8 a 2,9 metros (10 centímetros más), lo que incrementará la capacidad en un 17%, de los 1.200 pasajeros actuales hasta los 1.385.
Además, serán más veloces, con un aumento del 33% en la velocidad media, hasta los 110 km/h, lo que permitirá alcanzar frecuencias de paso de hasta dos minutos. También serán más eficientes, gracias a una cadena de tracción que posibilita hasta un 20% de ahorro energético, con sistemas de frenado regenerativo que devuelven energía a la red, y estarán fabricados con materiales reciclables.
Dotados con tecnología avanzada, estos trenes ofrecerán mayores niveles de seguridad y fiabilidad. Entre otras mejoras, proporcionarán mejor información al viajero mediante comunicación continua tren-tierra e incorporarán novedades como el bucle inductivo, un sistema que mejora la recepción de la megafonía para personas usuarias de audífonos.