La Mesa del Congreso de los Diputados se ha reunido al término de la sesión plenaria de este martes para tomar la decisión de suspender al diputado José Luis Ábalos tras la ratificación del Tribunal Supremo de su procesamiento por supuestas irregularidades en contratos de mascarillas en el marco del denominado caso Koldo. La decisión implica que, si bien mantiene el acta, pierde sus derechos.
El exministro de Transportes incluso había solicitado este mismo miércoles el voto telemático. A través de su cuenta oficial de X, argumentó que el Artículo 82.2 del Reglamento reconoce el supuesto de “situaciones excepcionales de especial gravedad”, no especificándose el motivo de dicha situación excepcional. “El ejercicio de la representación popular de un diputado electo en el órgano legislativo mediante su voto es fundamental en una democracia plena como la nuestra”, añade, y remacha: “Su impedimento sería una vulneración sin precedentes y de extrema gravedad tanto en los derechos inherentes a cualquier diputado o diputada como a la representación de la ciudadanía”.
Sin embargo, la Mesa del Congreso no solo no se lo ha concedido, ya que desde hace tiempo sostiene que el Reglamento no contempla el voto telemático para quienes se encuentren en prisión, sino que se ha citado de forma extraordinaria para suspenderle.
En consecuencia, pierde el voto, así como el derecho a ejercer las labores de control a través de preguntas para respuesta escrita, solicitud de informes y documentos.
Ábalos pierde también definitivamente el derecho a la asignación económica y a toda ayuda o indemnización por gastos derivados de la función de diputado, lo que dejaría a Ábalos sin los ingresos procedentes del Congreso. La Cámara dejará de abonar las cotizaciones a la Seguridad Social y Mutualidades que pudieran corresponderle “como consecuencia de su dedicación parlamentaria”.
Sin Ábalos, el número de diputados del Congreso será de 349 en lugar de 350. El número de miembros a considerar a la hora de votar es clave por impactar en las mayorías actuales, máxime tras descolgarse Junts del bloque de investidura con la reciente ruptura de relaciones con el PSOE.
El escenario es aún más complicado para Moncloa porque el bloque de investidura pierde un leal aliado (acostumbraba a votar con el PSOE). El Gobierno y sus socios se quedarían en 171, los mismos 171 que suman PP, Vox y UPN. Así las cosas, la abstención de Junts ya no sería suficiente y daría al traste con muchas iniciativas.
Según ha podido saber Demócrata, de momento la Presidencia del Congreso no valora solicitar un informe a los letrados para explorar la posibilidad de rebajar las mayorías a 349, por lo que se mantendrían los 350 y la mayoría absoluta en 176.











