PSOE y Sumar amplían los plazos de la reducción de jornada y desoyen a CCOO

La Mesa del Congreso extiende una semana más el periodo de enmiendas, mientras Unai Sordo pide que se tramite "antes de verano". El calendario y los tiempos hacen difícil su aprobación antes de octubre

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante una reunión con miembros del grupo Republicano (ERC) para negociar la reducción de la jornada laboral | A. PÉREZ MECA (EUROPA PRESS)

La tramitación parlamentaria en el Congreso de los Diputados de la reducción de jornada laboral continuará en el mismo punto, al menos una semana más. La Mesa del Congreso, reunida este martes, ha acordado extender otros siete días el plazo para el registro de enmiendas al proyecto de ley para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Se trata de la cuarta ocasión en la que el órgano, en la que el PSOE y el Grupo Sumar cuenta con mayoría, prorroga el periodo para que los grupos parlamentarios presenten sus propuestas de modificación al gran proyecto legislativo de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.

Tras la nueva ampliación del plazo de enmiendas, la Cámara Baja fija el 18 de junio como pronto para avanzar en la aprobación en el Congreso del Proyecto de Ley para la reducción de la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo y la garantía del registro de jornada y el derecho a la desconexión. Los tiempos se estiran y el verano se acerca, en contra del deseo del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), cuyo secretario general, Unai Sordo, instaba esta semana al Gobierno a «tirar para adelante» en el Congreso con la tramitación de la iniciativa, en un «un tema que tiene que tramitarse necesariamente antes de verano», como reclamaba Sordo este lunes a la salida de un acto.

El líder de CCOO apremia a tener en vigor cuanto antes la norma porque de lo contrario «nos va a acabar trasladando un problema a la negociación colectiva de los convenios del año 2026».

¿Cuándo se aprobará la reducción de jornada?

Esta es la pregunta que se hacen muchísimos de los más de 12 millones de potenciales beneficiarios de una medida por la que los trabajadores asalariados a tiempo completo pueden acabar trabajando 37,5 horas a la semana sin que se vean rebajados los sueldos. Sin embargo, no hay una respuesta ahora mismo.

Mientras el Gobierno continúa negociando en busca de los votos necesarios —ayer la ministra se reunía con representantes del Grupo Vasco (PNV) y Republicano (ERC)—, Yolanda Díaz no habla de fechas: «Tardaremos lo que tardaremos, pero vamos a ganar«, afirmaba la vicepresidenta en un acto en Sevilla a finales de mayo.

Cuando el Ejecutivo envió la iniciativa legislativa al Congreso solicitó su tramitación por la vía de urgencia, lo que en teoría reduce los plazos a la mitad, tanto en la Cámara Baja como en el Senado. Sin embargo, ante la falta en estos momentos de apoyos parlamentarios para sacar delante el proyecto de ley, la norma se encuentra parada en la Comisión de Trabajo del Congreso con sucesivos acuerdos de ampliaciones de enmiendas por parte de la Mesa, una forma de ganar tiempo para recabar apoyos o de congelar leyes en tramitación con las que no están de acuerdo los partidos que controlan el órgano rector de la Cámara.

La tramitación de la reducción de jornada

Desde el 26 de mayo, la Mesa del Congreso ha ampliado en cuatro ocasiones el periodo para que los grupos parlamentarios registren modificaciones. De momento, no se ha cerrado ni siquiera el plazo de enmiendas a la totalidad, por el que los grupos pueden pedir la devolución al Gobierno del proyecto o proponer un texto completamente alternativo (artículo 110.3 del Reglamento del Congreso).

¿Se aprobará la reducción de jornada en verano?

Visto el calendario y los tiempos de tramitación es muy difícil que así sea. El periodo de sesiones ordinarias actual termina en junio, por lo que julio y agosto no son hábiles a efectos parlamentarios.

Una vez se decida cerrar el plazo de enmiendas a la totalidad y de enmiendas al articulado, la Comisión de Trabajo del Congreso tiene que constituir la ponencia del proyecto de ley, una especie de grupo de trabajo en el que participan representantes de los grupos parlamentarios. Los ponentes deberán negociar y proponer una redacción del texto en el que se incluyan las modificaciones que estimen oportunas a partir de las enmiendas registradas. Una vez elaborada la ponencia, esta debe ser votada y ratificada en la comisión.

Aprobado el dictamen de la comisión, es probable que este pase por el pleno del Congreso, donde se produciría un debate y votación antes de remitir el proyecto de ley al Senado. En el Senado, la Cámara tendría 20 días naturales para vetar la propuesta o introducir enmiendas, lo que dada la mayoría absoluta del PP sucederá seguro. A continuación, el texto tendría que volver de nuevo al Congreso para una última votación en la que se levantaría el veto del Senado y se ratificarían o rechazarían sus enmiendas.

En el supuesto de que el Gobierno consiga los apoyos para sacarla adelante y salvo que el Congreso decidiera habilitar sesiones extraordinarias en verano de comisiones y plenos, lo más probable es que la tramitación de la reducción de jornada en el Congreso se vaya como mínimo a septiembre. Si a ello se le suman los 20 días que tiene el Senado, el proyecto de ley

El registro de jornada puede modificarse en cualquier momento

Uno de los aspectos nucleares del proyecto de ley de reducción de la jornada de laboral de Yolanda Díaz es la modificación del registro de jornada como instrumento para controlar el cumplimiento de la normativa. Por un lado, se propone que este sea electrónico de forma obligatoria, que lo cumplimente a diario cada empleado de forma directa, y de acceso inmediato en remoto para la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, así como para los representantes legales de los trabajadores en la empresa.

A este respecto, Yolanda Díaz ya advirtió hace una semana que en el hipotético escenario de que el proyecto de ley para la reducción de la jornada laboral no salga adelante, este aspecto, el registro de jornada, se verá modificado sí o sí mediante un Real Decreto, norma que no necesita pasar por el Congreso ni el Senado y que puede aprobar cuando así lo estime el Consejo de Ministros.

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