El secretario general de CCOO hace un balance «positivo» de una legislatura “absolutamente inédita” marcada por una secuencia de crisis, desde la pandemia a la guerra en Ucrania, con la consecuente subida de precios, condicionando todo lo que ha venido después en el ámbito económico, laboral, social y político. «La situación sigue siendo de incertidumbre, con una tasa de paro que España no se puede no se puede permitir como normal”, señala Unai Sordo.
En estas circunstancias, “se ha salvado el país con las medidas pactadas en el marco del diálogo social, la inversión pública para sostener el empleo y los ERTE evitaron una destrucción millonaria de puestos de trabajo”, apunta.
Principales hitos
Sordo apunta a la subida del salario mínimo y la reforma laboral como dos grandes hitos de la legislatura. “Se ha conseguido reducir a la mitad la tasa de temporalidad y llegado a los 21 millones de cotizantes a la seguridad social, revirtiendo una dinámica anterior en la que se facilitaba el despido, se precarizaba la contratación y se bajaban los salarios mínimos. “El resultado es que se ha generado más empleo que nunca”, concluye.
Otras legislaciones destacadas han sido la reforma de las pensiones, la ley Rider, la regulación del teletrabajo y los planes de igualdad que configuran “el marco de diálogo social más potente que hemos vivido en décadas en España”.
Un proceso de concertación social “muy productivo” que ha cambiado inercias clásicas del mercado laboral español, con acuerdos tripartitos y una apuesta por los “consensos” y no “los vetos”, señala Unai Sordo.
“Claro que se cede algo cuando se negocia y se acuerda, pero normalmente es para llegar a un bien mayor y las medidas que se pactan sean mucho más eficaces, mucho más estables y mucho más útiles”, apunta.
Relación con la patronal
Para CCOO, la negociación con la patronal ha sido muy compleja, con algunas reformas muy difíciles de sacar adelante. Los ERTE fueron el esquema más fácil porque desde el principio se comprobó que tenían una «utilidad enorme” con un esquema “muy consensuado”, apunta. En el resto de las grandes reformas “ha habido grandes dificultades”.
En cuanto a la reforma laboral, fue un trabajo de “artesanía poder llegar a un consenso que derogaba aspectos muy importantes, entre ellos, la reforma del Partido Popular con lo cual era muy difícil atraer a CEOE y además ni más ni menos que conseguir eliminar los contratos de obra o servicio, que eran los contratos que canalizaban la temporalidad ordinariamente en España.
Unai Sordo señala la dificultad para “llegar con estas propuestas a un consenso con la CEOE” y requirió “mucha flexibilidad en otros aspectos”.
En cuanto a la reforma de las pensiones recuerda que fue muy difícil sacar adelante porque había que combinar tres factores. El propio del diálogo social, la situación política y los grupos parlamentarios y cerrarlo con la Comisión Europea.
Posibles derogaciones
El secretario general de CCOO prefiere no entrar a valorar posibles derogaciones porque “hay que ver que pasa en las elecciones, creo que hay partido”. En todo caso, continúa, “el 23 de julio veremos los resultados. Estamos viendo que allí donde la extrema derecha ejerce un poder importante plantea una actitud absolutamente destructiva con los principios básicos de nuestra Constitución y del papel que juegan las organizaciones representativas de los trabajadores y de los empresarios”.
Para Unai Sordo “está en riesgo el propio marco de diálogo social”. Cuestionando “el marco de la concertación social, de la negociación colectiva, se ataca la forma de luchar por una distribución más justa de la riqueza”.
Legislación interrumpida
A CCOO le gustaría retomar un replanteamiento del estatuto de los trabajadores que viene de los años ochenta pensado para una relación convencional del trabajo en una empresa convencional. “Modernizar el estatuto porque cada vez hay más formas atípicas”.
Unai Sordo recuerda que llegaron a un consenso con el gobierno sobre el estatuto de los becarios, sobre las prácticas no laborales en las empresas y los procesos de formación. “Están los riders, la economía de plataforma, está cierto intento de mercantilizar las relaciones de trabajo, está el uso del trabajo autónomo que muchas veces no hace más que esconder relaciones laborales pero también el trabajo autónomo merece una regulación que genere derechos para las personas que están en esas situaciones”, detalla.
Retos de la precarización
Para CCOO, en España hay que cambiar el sistema de inercias y de incentivos perversos. Una economía periférica en Europa que tenía que competir “sobre todo por la vía de los bajos precios y bajos costes, entre ellos, los salariales y España ahora mismo tiene que afrontar el reto de mejorar su estructura productiva pero no para pagar menos salarios en relaciones precarias”.
La digitalización y el cambio energético y ecológico que se está dando en todo el mundo supone un reto para “tratar de reindustrializar nuestro país y cambiar los sistemas de incentivos perversos que hemos tenido”, concluye.
Agentes sociales
Para Unai Sordo los agentes sociales no deben aspirar a sustituir a las Cortes Generales aunque en materia socioeconómica y sociolaboral “tendría que instalarse la cultura en los grupos políticos que aquellos acuerdos que se lleguen desde los agentes sociales normalmente son mejores, son más útiles, estables y eficaces.
Relaciones con las Cortes
Unai Sordo apunta dos vías. A través de un reforzamiento de los espacios de concertación social, para tratar de influir, de contrastar ideas y «que esto sea la normalidad o incluso se mejore”. Haciendo retrospectiva, para Sordo, “esto ha tenido sus momentos mejores y peores en las últimas décadas en España y ahora estamos entramos en un terreno ignoto desde el momento que hay una presencia de alguna fuerza política abiertamente reactiva al mandato constitucional que mandata a los partidos pero también a las organizaciones sindicales y empresariales”.