Víctor Pedrera (CESM) sobre el Estatuto Marco: «Pedimos al ministerio que si es una norma de mínimos, sea lo suficientemente concreta»

El secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) explica en Demócrata la actitud "escéptica" con la que lleguen a su reunión con el Ministerio de Sanidad y advierten que no cesarán en sus reivindicaciones

Víctor Pedrera, secretario general de la CESM en su despacho | Cesión CESM

Este martes, el ministerio de Sanidad se reúne con la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), en un escenario marcado por la negociación del Estatuto Marco y la convocatoria de huelga prevista entre el 9 y el 12 de diciembre con la que amenazan al departamento que lidera Mónica García.

Víctor Pedrera, secretario general de CESM, denuncia en Demócrata que hace meses que el ministerio no les remite una nueva propuesta e insiste en las grandes reivindicaciones del sector: Estatuto propio, clasificación del personal acorde al grado de responsabilidad, régimen de incompatibilidades y regulación de la jornada laboral. Además, lamenta que sean «sindicatos que tienen baja o casi nula implantación dentro del colectivo médico», quienes lideren la negociación.

PREGUNTA¿Con qué ánimo afrontáis el encuentro?

RESPUESTA – Llegamos con una actitud escéptica y poco esperanzada por una sencilla razón: el ministerio no nos ha enviado ninguna contra propuesta. Simplemente nos ha citado, entiendo yo, por cuestiones meramente legales de reunirse con el Comité de Huelga. No tenemos ninguna contra propuesta que se aproxime a las peticiones del colectivo médico que son conocidas ya por todos.

En primer lugar, exigimos y reclamamos un ámbito de negociación propio que nos permita ser los médicos los que defendamos nuestras condiciones laborales frente a la administración, y no sindicatos que tienen baja o casi nula implantación dentro del colectivo médico.

En segundo lugar, que se reconozca, de una vez por todas la clasificación de los grupos profesionales en función, no solamente a la formación, en la cual el médico está muy por encima del resto de profesiones a las que se nos quiere equiparar; sino por el grado de responsabilidad de la asunción del acto médico. Somos quien más responsabilidad asume, por lo tanto quienes más peso debemos tener en la toma de decisiones.

En tercer lugar, la jornada de trabajo. La situación sigue siendo discriminatoria para los médicos con respecto al resto de trabajadores. Somos los únicos que tenemos obligaciones de hacer jornadas de 48 horas, aunque ahora dice que serían de 45, cosa que también es falsa.

Por otro lado, toda la actividad extra del médico no se reconoce como tal. Se le llama «atención continuada» y se paga por debajo de la hora ordinaria, es de carácter obligatorio y a la postre, ni siquiera computa como tiempo trabajado para la jubilación.

En definitiva, hablamos de una serie de discriminaciones que afectan exclusivamente al colectivo médico, que nos mantienen en una situación de desventaja con respecto al resto de colectivos. Sobre todo con respecto al resto de médicos de otros ámbitos como la medicina privada o incluso otros países de Europa.

P- En Demócrata, hemos llegado a contabilizar hasta 18 puntos de fricción...

R- Sí, las discrepancias son muchísimas más de las antes mencionadas. Por ejemplo, la política de incompatibilidad: a los médicos se nos trata como si fuéramos predelincuentes y se nos aplica un sistema superior al del esto de la función pública.

P- ¿Cuánto hace que no recibís una propuesta desde el ministerio?

R- Hace bastantes meses… Ellos se centran en el ámbito de la negociación, ignorando al Comité de Huelga, y están en su perfecto derecho de priorizar lo que quieren. Nosotros en nuestro derecho de defender nuestras reivindicaciones.

P- Una de las críticas más repetidas es que el ministerio está elaborando una ley básica, de «mínimos»

R – El Estatuto Marco es una norma que el ministerio llama de «techo», sobre la cual no se pueden empeorar las condiciones laborales. Las CCAA pueden mejorar lo que quieran, pero no pueden empeorar lo que ponga en el Estatuto Marco. Por lo tanto, lo que le pedimos al ministerio es que esa norma de mínimos sea lo suficientemente concreta y restrictiva para evitar que en algunas CCAA los médicos no estén cobrando el complemento por carrera profesional, que tengan jornadas extraordinarias por encima de lo sensato. O que se sigan obligando a médicos de 55 años a hacer guardia, con la repercusión que ello tiene en la salud física y emocional.

A la población hay que darle un servicio adecuado, pero eso es responsabilidad es de la Administración, no del trabajador. Insisto, que el grueso de las discrepancias es: Estatuto propio, clasificación del personal acorde al grado de responsabilidad, régimen de incompatibilidades y regulación de la jornada laboral. Y en esto el ministerio es más reacio porque le viene muy bien tener quien le haga las funciones cuando ellos no han sido capaces de hacer la planificación adecuada.

Victor Pedrera, secretario sindicato médico CESM | Cesión CESM

P- Muchas de vuestras reivindicaciones han sido «despachadas» por el ministerio alegando que es competencia de las CCAA. ¿Aceptáis la justificación o lo veis como un recorte de derechos?

R- El Estatuto Marco es una norma competencia del ministerio. ¿La tiene que consensuar con las CCAA? Por supuesto que sí, pero la responsabilidad de la redacción es exclusiva del ministerio. Y las CCAA tienen derecho a poner el grito en el cielo, pero exclusivamente en lo que a coste y traducción económica se refiere. Sí el Estatuto Marco prevé que las horas de guardia, se retribuyan mínimo como una ordinaria, que es lo que nosotros hemos pedido, las autonomías te dirán que bien, que de acuerdo, pero eso cuesta tanto y el ministerio lo tiene que contemplar para financiarlo. Pero es el ministerio quien tiene que tomar las decisiones.

Parece ser que este ministerio y este Gobierno ha entrado en dique muerto

P ¿Puede el curso de la reunión tener alguna repercusión en la huelga?

R– La huelga del 9 al 12 de diciembre no se va a desconvocar. Entiendo que no vamos a tener en la mano un Estatuto propio que nos satisfaga a todos y que el Gobierno sea capaz de sacarlo en las Cortes.

Además, parece ser que este ministerio y este Gobierno ha entrado en dique muerto. Y todo lo que estamos discutiendo, tanto en un sentido como en otro, son cosas que no van a llegar ningún puerto. Posiblemente tengamos, a partir de entonces, que plantearnos buscar un nuevo interlocutor.

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