La Conselleria de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca ha puesto en marcha el protocolo sanitario tras la detección, el 23 de diciembre de 2025, de un foco de enfermedad de Newcastle en una explotación avícola situada en el interior de la provincia de Valencia.
Según ha detallado el departamento en un comunicado, en la mañana del 26 de diciembre se han localizado otras dos sospechas dentro del mismo perímetro de restricción, a unos tres y siete kilómetros, respectivamente, del primer foco identificado.
La administración autonómica subraya que la respuesta se ha desarrollado “con inmediatez”, ya que la primera alerta llegó a las 10.30 horas del 23 de diciembre y, “en menos de 24 horas, ya estaban ejecutadas las medidas esenciales de contención, control veterinario, inmovilización preventiva y refuerzo de la vigilancia previstas en el protocolo para proteger al conjunto del sector”.
La Conselleria insiste en que la enfermedad de Newcastle es muy contagiosa entre aves, pero no supone peligro para las personas a través del consumo de carne de ave cocinada, huevos o productos elaborados. “La higiene de la cadena alimentaria y los controles oficiales garantizan la seguridad del consumidor”, ha asegurado.
Dispositivo de control y vigilancia
De acuerdo con el procedimiento vigente, Agricultura ha desplegado las medidas de contención y supervisión previstas, entre ellas el control y seguimiento de las granjas incluidas en el radio de tres y 10 kilómetros y de las explotaciones con vínculos epidemiológicos, además de la restricción de movimientos y el refuerzo de la vigilancia en el perímetro de diez kilómetros, ampliado tras la detección de las dos nuevas explotaciones afectadas. Estas actuaciones buscan identificar de forma temprana cualquier incidencia dentro de la zona de control y minimizar la posibilidad de propagación.
La confirmación diagnóstica se tramita siguiendo el protocolo oficial, que exige la verificación por parte del Laboratorio Nacional de Referencia, el Laboratorio Central de Veterinaria del Ministerio en Algete, antes de proceder a la notificación formal.
Durante los días 24 y 25 de diciembre, coincidiendo con el periodo festivo, el laboratorio nacional no funcionó con su circuito habitual. La Conselleria ha actuado basándose en los análisis del laboratorio autonómico (UASA) y del Centro de Calidad Avícola y Alimentación Animal de la Comunidad Valenciana (CECAV), ambos acreditados, lo que ha permitido intervenir con rapidez, mientras se remitían las muestras al laboratorio nacional de referencia para su ratificación oficial conforme al procedimiento establecido.
En este contexto, se está a la espera de que el Laboratorio Central de Veterinaria del Ministerio en Algete confirme de manera oficial el positivo en la explotación donde la Conselleria intervino en 24 horas para frenar el episodio, pendiente todavía de genotipado.
Apoyo al sector y origen del brote
El departamento autonómico recuerda que las explotaciones avícolas de la Comunitat Valenciana trabajan bajo estrictos protocolos de bioseguridad y control veterinario, que contemplan medidas de higiene, limpieza y desinfección, gestión de residuos y vigilancia sanitaria, de acuerdo con las normas de sanidad animal, trazabilidad y seguridad alimentaria.
Además de las actuaciones sanitarias, la Conselleria ha articulado apoyo directo a las explotaciones afectadas para mitigar el impacto económico y facilitar la recuperación. La Generalitat asume los gastos del estudio geológico, la apertura de zanjas y el resto de intervenciones necesarias de gestión sanitaria y desinfección del entorno, y mantiene operativo el procedimiento de indemnización por los animales muertos o sacrificados tras la comunicación correspondiente, con financiación de la Generalitat y cofinanciación europea y estatal.
La investigación epidemiológica se orienta hacia una hipótesis habitual en este tipo de brotes, relacionada con la posible introducción del virus a través de aves silvestres migratorias, sin perjuicio de las pesquisas técnicas en marcha.
“La prioridad es mantener el episodio bajo control, proteger al sector y garantizar la seguridad del consumidor, con seguimiento veterinario continuado hasta la completa normalización de la situación”, ha remarcado la Conselleria de Agricultura.