El presidente de APAG Extremadura Asaja, Juan Metidieri, ha reclamado “respeto” hacia el sector agroganadero por parte de quienes ostentan la responsabilidad de gobernar.
Así lo ha expresado durante el balance agrario del año 2025, que a su entender ha estado marcado por la reivindicación constante, las dificultades económicas que atraviesa el campo y la ausencia de respuestas “eficaces” por parte de las distintas administraciones.
En esta línea, Metidieri ha incidido en que el principal anhelo para 2026 es que “se respete mucho más al campo extremeño”, tanto en la toma de decisiones políticas como en la aplicación “real” de las ayudas ya comprometidas.
Durante una rueda de prensa celebrada este martes en Mérida, ha rememorado que 2025 quedará grabado en la historia del sector agrario extremeño por el hecho “sin precedentes” de que APAG Extremadura Asaja se convirtiera en la primera organización profesional agraria de España en encabezar una tractorada “histórica” desde España hasta Bruselas, llevando las reivindicaciones del campo europeo “directamente” al Parlamento Europeo.
“Fuimos quienes abrimos el camino a muchas de las movilizaciones que después se han repetido desde distintos países. El campo dijo basta en Bruselas y Extremadura estuvo al frente”, ha señalado.
Balance productivo y precios a la baja
En el ámbito de las producciones, Metidieri ha calificado el balance de 2025 como “especialmente negativo” por la “caída generalizada” de los precios, que ha originado “importantes pérdidas económicas” y ha puesto en “riesgo” la continuidad de “numerosas” explotaciones agrarias.
Ha explicado que los cereales de invierno siguen sumidos en una crisis “ruinosa”, con cotizaciones que no llegan a cubrir los costes de producción. A esta coyuntura se añade la del maíz, que sufre una problemática similar, “sin medidas de apoyo específicas ni un plan de rescate que permita sostener al agricultor”, apunta en nota de prensa APAG Extremadura Asaja.
Del mismo modo, el tomate de industria ha afrontado una reducción de precios “superior al 25 por ciento” en los contratos respecto a la campaña anterior. Por su parte, el arroz continúa “sin respuestas claras” a las peticiones del sector, que demanda aranceles, cláusulas de salvaguardia y un etiquetado “correcto” frente a la competencia de terceros países.
Retrasos en ayudas y críticas a la gestión administrativa
A estas “dificultades” se suma, según la organización, la “falta de compromiso” en el abono de las ayudas. APAG Extremadura Asaja alerta de “retrasos persistentes” en las ayudas agroambientales, pagos acoplados, reestructuraciones y compensaciones ligadas a la sanidad animal, como las derivadas de la lengua azul, que en 2025 “siguen sin abonarse pese a las promesas”.
“No podemos trabajar sólo con anuncios. El agricultor necesita certezas y dinero en el campo, no promesas”, ha remarcado Metidieri, quien considera “especialmente grave” la situación de las ayudas anunciadas para olivar y viñedo, dotadas con 370 millones de euros y publicadas en el BOE, pero que “a día de hoy ni están ni se las espera”.
Desde el punto de vista administrativo, la organización reprocha igualmente la falta de planes “eficaces” para encarar “problemas estructurales” como la sanidad animal, con enfermedades como la tuberculosis bovina “enquistadas desde hace décadas”, o la retirada en España de materias activas que sí se autorizan en otros países de la UE, lo que, denuncia, genera una “clara desventaja competitiva”.
Exigencias para 2026 y advertencia de nuevas protestas
Mirando a 2026, APAG Extremadura Asaja exige el pago “íntegro” y “puntual” de todas las ayudas comprometidas; un plan específico para los cereales de invierno; medidas “reales” que frenen la caída de precios; un “compromiso firme” con la sanidad animal; y un “cambio profundo” en las políticas agrarias tanto nacionales como europeas.
“Realmente, lo que pedimos es mucho menos desprecio al campo de nuestras administraciones y gobernantes, que de momento, no hacen nada para salvaguardar nuestros problemas”, ha espetado Metidieri, quien ha advertido de que “si no hay un giro real, 2026 volverá a ser un año de movilizaciones”. “El campo extremeño no puede seguir siendo el gran olvidado”, ha concluido.