La Junta de Castilla y León mantendrá hasta el 31 de enero las restricciones actualmente vigentes por la dermatosis nodular contagiosa, que condicionan la celebración de ferias de ganado bovino cuando concurren reses procedentes de más de una explotación.
Así lo ha indicado el portavoz y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, tras el Consejo de Gobierno de este martes, donde ha detallado que la normativa actual rige hasta el 2 de enero y que, a partir de esa fecha, se publicará una prórroga que, por ahora, se extenderá hasta el último día de ese mes.
Fernández Carriedo ha justificado que la medida se adopta “a la vista de los informes técnicos, de la persistencia del riesgo y de la aparición de nuevos casos en Francia”, por lo que se estima imprescindible mantener el actual marco de limitaciones, que es menos severo que el que se aplicó en la fase inicial.
El consejero ha rememorado que, en el primer periodo, las restricciones afectaban al conjunto de eventos ganaderos, mientras que en la segunda etapa —la que rige en la actualidad— se acotaron únicamente a ferias de bovino en las que participan animales de diversas explotaciones.
“Vista la situación y sabiendo que el riesgo todavía persiste, la idea es ampliar estas últimas medidas hasta el próximo 31 de enero”, ha puntualizado el portavoz, quien ha añadido que el nuevo tramo normativo entrará en vigor este viernes, coincidiendo con la expiración de la regulación actual.
Situación de la peste porcina africana
En relación con la Peste Porcina Africana, ha subrayado que no se han detectado casos en la Comunidad, un escenario que ha calificado de favorable, aunque, según ha avisado, “no debe llevar a relajar las medidas de prevención y control”.
“En Castilla y León no ha habido ningún caso de peste porcina africana, como tampoco lo ha habido de dermatosis nodular en el ganado bovino, pero eso no nos debe tranquilizar en el sentido de evitar cualquier medida que suponga protección”, ha manifestado.
Fernández Carriedo ha indicado que se mantiene la vigilancia tanto sobre el ganado doméstico como sobre las poblaciones de jabalí, cuya gestión se considera parte esencial del control preventivo frente a la enfermedad. A este respecto, ha señalado que el número de jabalíes abatidos en Castilla y León se sitúa en torno a 52.000 ejemplares al año, si bien todavía no se dispone de la cifra actualizada de los sacrificados más recientemente, ya que parte de los datos continúa tramitándose “por vía en papel”, lo que demora la obtención del recuento definitivo.
Por último, el consejero ha puesto en valor la cooperación del sector cinegético y de las organizaciones agrarias en la puesta en práctica de las medidas de prevención, y ha reiterado el compromiso del Ejecutivo autonómico de “garantizar la sanidad del ganado y la tranquilidad del conjunto de los ciudadanos”.