El proyecto BEEP, orientado a reforzar la ganadería extensiva y el pastoralismo en la provincia de Huesca y en la de Lérida, ha dado a conocer este jueves en Sabiñánigo (Huesca) sus primeros avances tras casi dos años de desarrollo. Entre los logros iniciales figuran los primeros prototipos de contratos y diversas herramientas para la valoración económica de los servicios ambientales vinculados al pastoreo, junto con una intensa labor de educación ambiental dirigida a más de 800 escolares altoaragoneses, a quienes se ha acercado la realidad de la vida pastoril.
Con un presupuesto cercano a los 2 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation canalizados a través de la Fundación Biodiversidad, el plan está encabezado por la Diputación Provincial de Huesca y cuenta como socios con la comarca del Pallars Sobirà, el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña, el Instituto Pirenaico de Ecología y la Fundación Pastores.
El encuentro celebrado en el Molino Periel de Sabiñánigo ha servido también para detallar las experiencias piloto que se están desarrollando en las dos vertientes del Pirineo, además de profundizar en los primeros modelos de contratos y en las herramientas de cálculo del valor económico de los servicios ambientales ligados al pastoreo.
Dentro de este marco se han reforzado iniciativas ya consolidadas como los “Pastores de emergencia” o los “Pastores compartidos” y se han puesto en marcha nuevos proyectos piloto, entre ellos el de “Mejora de pastos”, que ha permitido intervenir en más de 100 hectáreas de distintos términos municipales como Jaca, Laspáules o Broto.
Del diagnóstico a la acción en el territorio pirenaico
El diputado de Desarrollo, José Cebollero, ha remarcado durante su intervención que “con BEEP, hemos pasado del diagnóstico a la acción: contamos con modelos de contrato, indicadores y experiencias piloto que permiten a las administraciones y a los propios ganaderos poner en marcha esquemas de pago por servicios ambientales adaptados a la realidad de nuestros valles”.
Al mismo tiempo, ha destacado el valor del trabajo conjunto llevado a cabo por todos los implicados y ha señalado que “este proyecto es un buen ejemplo de cómo la colaboración entre ganaderos, centros de investigación y administraciones puede traducirse en soluciones prácticas para el territorio. Desde la Diputación de Huesca vamos a seguir apoyando iniciativas que dignifiquen el oficio de pastor, mejoren la rentabilidad de las explotaciones extensivas y faciliten el relevo generacional”.
En la jornada “Presentación de resultados del proyecto BEEP: pastoralismo en los Pirineos” han tomado parte más de medio centenar de ganaderos, técnicos, personal investigador y representantes institucionales, que han podido conocer de primera mano el alcance de las actuaciones.
En el balance global del programa, expuesto por Marta Fábregas, jefa de sección de Desarrollo, Iniciativas Territoriales y Fondos Europeos de la Diputación de Huesca, se ha puesto de relieve que “estos avances sientan las bases para que los ganaderos del Pirineo puedan recibir una compensación económica estable por servicios fundamentales como la reducción del riesgo de incendios en el medio rural”.











