Agricultura & Alimentación

El campo andaluz despide 2025 entre dudas por la PAC, escasez de trabajadores y crisis hídrica

El campo andaluz termina 2025 presionado por la falta de mano de obra, la crisis del agua, los problemas sanitarios en ganadería y la incertidumbre sobre la PAC.

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El campo andaluz cierra el ejercicio 2025 con un balance muy condicionado por la falta de mano de obra, los problemas estructurales de agua, las dificultades sanitarias en la ganadería y la incertidumbre sobre el porvenir de la Política Agraria Común (PAC), según han señalado de forma coincidente las organizaciones agrarias Asaja y UPA Andalucía.

Desde Asaja-Sevilla, su secretario general, Eduardo Martín, ha subrayado que el balance de 2025 viene marcado por “dos factores fundamentales”, siendo el primero de ellos “el problema del empleo”, en referencia a la “falta absoluta de mano de obra en el sector agrario a todos los niveles”.

Martín ha advertido de que esta escasez de trabajadores se ha agravado a lo largo del año y ha detallado que Asaja ha presentado “tres medidas de choque” con el objetivo de aliviar una situación que afecta de forma transversal a las explotaciones agrarias andaluzas.

El segundo gran factor señalado por Asaja es el agua. Aunque ha reconocido que “se han recuperado las lluvias después de tantos años de sequía”, ha incidido en que el volumen de agua embalsada continúa siendo insuficiente en cuencas estratégicas como la del Guadalquivir, donde “estamos al 45%”.

En este contexto, ha advertido de que “el fantasma de la sequía todavía dista de desaparecer” y ha lamentado que las infraestructuras hidráulicas reclamadas por el sector “siguen sin acelerarse y sin impulsarse definitivamente”.

En el apartado de producciones, el responsable de Asaja ha indicado que el peor comportamiento en precios lo han sufrido los cereales, un sector que ha calificado como “un auténtico desastre” durante 2025.

En otros cultivos, como el olivar, los cítricos y los almendros, Martín ha apuntado que las cotizaciones han sido “un poco más normales”, aunque la baja producción ha impedido en numerosos casos cubrir los costes de las explotaciones.

Capítulo específico, ha añadido, merece la sanidad animal, un ámbito “muy importante” que ha golpeado de lleno a la ganadería andaluza durante el año. Entre las enfermedades que han condicionado la actividad ganadera, ha citado la peste porcina africana, la dermatosis nodular y la gripe aviar, configurando un escenario sanitario especialmente complejo para el sector.

A todo ello se suma, según Asaja, un contexto geopolítico adverso, marcado por la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos y China, la guerra de Ucrania y sus repercusiones en los mercados, así como la propuesta de reforma de la PAC y del presupuesto comunitario. Martín ha advertido de que esta propuesta europea “puede ser una afección terrible y muy dura para el sector agrario” si no se consigue corregir en las negociaciones.

Por su parte, UPA Andalucía ha coincidido en que 2025 ha sido un año “con luces y sombras” para el sector primario. Su secretario general, Jesús Cózar Pérez, ha sintetizado el ejercicio afirmando que “la agricultura ha aguantado, la ganadería ha sufrido y el comercio exterior nos ha golpeado con dureza”.

Cózar Pérez ha explicado que, aunque las precipitaciones registradas en determinados momentos han permitido “cierto respiro”, no han puesto fin a una sequía prolongada que continúa condicionando la planificación agraria, junto a olas de calor reiteradas y tempranas que han tensionado los cultivos de secano y los pastos.

Pese a este escenario, ha destacado que la agricultura andaluza ha vuelto a demostrar una notable capacidad de adaptación, manteniendo producciones clave y sosteniendo el medio rural. En este sentido, ha valorado que la campaña de riego de 2025 haya sido “normal” tras varios años de restricciones, aunque UPA Andalucía sigue reclamando cambios en la gobernanza de los órganos de gestión del agua.

Entre sus demandas, la organización agraria plantea una mayor participación en la toma de decisiones, la revisión de concesiones, la aplicación de dotaciones iguales para los mismos cultivos, la tarificación volumétrica y un reparto del agua con criterios sociales que protejan la agricultura familiar.

En contraste con la agricultura, la ganadería ha atravesado, según UPA, un año “extremadamente complejo”, marcado por episodios sanitarios de gran gravedad como la lengua azul y la gripe aviar, que han supuesto restricciones, costes adicionales y pérdidas productivas.

A ello se ha sumado una climatología adversa para el pastoreo y la alimentación animal, encareciendo los costes y poniendo en riesgo la viabilidad de numerosas explotaciones familiares. En el ámbito internacional, Cózar Pérez ha descrito un “escenario de comercio exterior hostil”, señalando que los aranceles impuestos por Estados Unidos afectan directamente a productos agroalimentarios andaluces y restan competitividad a un sector que produce bajo normas estrictas.

También ha alertado de la amenaza del acuerdo comercial UE-Mercosur, que, aunque podría beneficiar a sectores como el aceite de oliva o el vino, “en líneas generales va a traer más competencia desleal” por la falta de reciprocidad en los estándares exigidos.

Todo ello se produce, además, en un contexto de incertidumbre sobre el futuro de la PAC, con una propuesta que contempla “recortes de hasta un 22% en el presupuesto”, una posibilidad que UPA Andalucía “rechaza con rotundidad”.

En este marco, el secretario general ha recordado la “histórica manifestación” del pasado 18 de diciembre en Bruselas, en la que las organizaciones agrarias trasladaron a las instituciones comunitarias la necesidad de una PAC fuerte, con presupuesto suficiente y orientada a garantizar la sostenibilidad económica de las explotaciones familiares.

De cara a 2026, UPA Andalucía ha situado como retos prioritarios la obtención de precios en origen justos y rentables, el relevo generacional y la falta de mano de obra, advirtiendo de que “sin agricultores y ganaderos no hay medio rural ni soberanía alimentaria”.