El Informe Anual de Coyuntura del Sector Oleícola 2025, elaborado por la Cátedra Caja Rural de Jaén José Luis García-Lomas Hernández de Economía, Comercialización y Cooperativismo Oleícola de la Universidad de Jaén, centra su análisis en “el desplome” que están registrando los precios de los aceites de oliva.
Este documento, presentado este jueves, constata una caída de las cotizaciones que “no está justificada por la situación del mercado”, sino que obedece principalmente a “la gestión de expectativas en el sector y por la descoordinación de los productores”. Según se detalla, los precios en origen iniciaron una bajada muy acusada en noviembre de 2024 y, desde ese momento, han continuado descendiendo de forma ininterrumpida hasta finales de junio del presente año, último mes para el que se disponen de datos en este estudio.
El director de la Cátedra, Manuel Parras, ha hecho hincapié en su intervención en la disminución de los precios del aceite de oliva tanto en origen como en destino. Del examen de las series de precios, Parras ha destacado que muestran “que cada día se paga más en origen la calidad” y que también “se paga muy bien en destino”, puesto que “que en el mismo virgen extra en origen y destino la diferencia llega hasta tres euros”, lo que “significa que el sector ha de orientarse cada día más al mercado y tener más presencia en el mercado de aceites envasados”.
Pese a este contexto, Parras ha resaltado el notable avance que han experimentado en los últimos seis años las ventas de aceite envasado por parte de las empresas oleícolas. Asimismo, ha incidido en que durante los seis primeros meses de 2025 se ha observado una “fuerte recuperación” del consumo de aceite de oliva virgen extra.
En el acto de presentación ha tomado la palabra también el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, quien ha remarcado que la cuestión de los precios es “un tema fundamental, porque los olivareros y olivareras tienen que recibir por su aceite un precio que sea justo, no solamente que cubra gastos sino que, como cualquier otra empresa, obtenga beneficios”.
Reyes ha precisado que este trabajo incluye propuestas dirigidas al sector, centradas en la mejora de la comercialización y en la relevancia de continuar impulsando acciones de promoción de este producto con el objetivo de “conquistar nuevas cocinas y nuevos paladares”, algo que, según ha recordado, “día a día” se impulsa desde la Diputación.
Para el presidente provincial, esta obra constituye “un gran manual” que permite “conocer el presente y contar con un diagnóstico del sector, pero que especialmente también incluye recomendaciones de futuro”, algo clave para “un sector que ha dado tantos pasos apostando por la calidad y que ha contribuido a que esta provincia no padezca dificultades de municipios vacíos como ocurre en otros lugares de nuestro país”.
Por otro lado, el director ejecutivo adjunto del Consejo Oleícola Internacional (COI), Abderraouf Laajimi, ha puesto de manifiesto la importancia de este informe “no sólo para recopilar datos e información, sino como ayuda a la toma de decisiones de un sector extraordinariamente importante y que está afrontando muchos retos”.
El estudio, con más de 260 páginas y que analiza tanto el ejercicio 2024 como el primer semestre de 2025, se organiza en cinco grandes bloques dedicados a la cadena de valor de los aceites de oliva, la oferta, la demanda, el papel de las tecnologías de la información y la comunicación en la oleicultura y un último apartado de carácter monográfico.
En este último se recogen tres monográficos: uno centrado en la PAC, con especial atención a la olivicultura ecológica; otro sobre la expansión de la producción de aceites de oliva en Portugal, y un tercero relativo al valor en origen ligado a las denominaciones de origen protegida de España.
También ha intervenido el delegado del Gobierno andaluz en Jaén, Jesús Estrella, que ha insistido en “el firme compromiso” de la administración autonómica con el olivar “para seguir posicionando el aceite de oliva en el puesto que se merece, siempre con la mirada puesta en el incremento de la rentabilidad que garantice el presente y el futuro del sector en la provincia”.
Estrella ha profundizado en la conveniencia de “contar con un diagnóstico de la situación” con el fin de “continuar trabajando de cara a los retos que afronta el sector” y que llevan a la Junta a “implementar políticas que profundizan en la apuesta por la innovación y la modernización, claves para ser más competitivos, eficientes y sostenibles, para ser mucho más rentables y conquistar, por tanto, más mercados que nos permitan seguir incorporando el valor añadido de la producción del aceite de oliva”.
Del mismo modo, el delegado ha aludido a la obligación de “sumar esfuerzos para que la nueva Política Agraria Común no marque una línea negativa para el olivar jiennense, con un recorte de hasta el 22 por ciento en ayudas”. En este sentido, ha pedido al Gobierno de España que “plante cara a unas medidas que pueden ser muy negativas y que, además, impiden la intervención de las comunidades autónomas en la gestión de esos fondos”.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Jaén, Mannuel Fernández, ha puesto en valor que el informe “contribuye de forma sustancial al conocimiento y análisis de la evolución del sector”. Ha recalcado además que el Ejecutivo central es “plenamente conscientes de la importancia estratégica del sector oleícola, particularmente en provincias como Jaén, donde el olivar es motor económico, social y territorial”.
En consecuencia, ha defendido que las políticas públicas deben seguir orientándose a “apoyar la modernización del sector, la sostenibilidad ambiental, la innovación, la internacionalización, el relevo generacional y la urgente necesidad de que sea aprovechada la fuerza y el talento de las mujeres” y hacerlo “siempre desde el diálogo con los y las profesionales y con el respaldo del conocimiento técnico y científico”.