Gardacostas ha reforzado el control sobre la campaña de volandeira y zamburiña en este inicio de diciembre, lo que se ha traducido en un incremento del 57% en las incautaciones a furtivos respecto al mismo tramo de 2024.
De acuerdo con la información remitida por la Consellería do Mar a Europa Press, entre el 1 y el 22 de diciembre se decomisaron 137 kilos de volandeira y zamburiña, es decir, 50 kilos más que en las mismas fechas del año anterior.
Asimismo, desde la puesta en marcha en noviembre del plan específico de volandeira, tanto con rastro como con bou, Gardacostas ha resembrado más de ocho toneladas “provenientes de excesos establecidos en los topes protegiendo el recurso y favoreciendo un precio adecuado en el mercado”, lo que impide que esas capturas de más acaben vendiéndose por canales irregulares y sin la trazabilidad exigida al producto pesquero.
De cara a las fiestas navideñas, el servicio de Gardacostas —integrado en la Consellería do Mar— también ha extremado la vigilancia sobre la centolla tras el inicio de la campaña el pasado mes, poniendo el foco en el cumplimiento de los topes y en la protección de los ejemplares ovados.
Descenso del volumen total incautado antes de Navidad
Si se analizan todas las especies, en lo que va de diciembre las aprehensiones realizadas por Gardacostas suman 662 kilos, aproximadamente una cuarta parte de los 2.591 kilos intervenidos en el mismo periodo de 2024, cuando se registraron decomisos especialmente elevados de centolla y pulpo en las últimas semanas del año.
En los 22 primeros días de diciembre de 2025 sobresalen los 264 kilos de centolla requisados, seguidos por los 137 kilos de volandeira y zamburiña, los 96 kilos de nécora y los 41 kilos de pulpo intervenidos por este servicio.
Gardacostas, dependiente de la Xunta, desarrolla su labor principalmente en aguas gallegas, aunque también lleva a cabo controles de actividad pesquera en puertos y lonjas de la comunidad.
Entre sus funciones se encuentran la supervisión del cumplimiento de los cupos máximos de captura, de las tallas mínimas de las especies y el control y registro de buques, con el objetivo de impedir el contrabando de recursos marinos y garantizar el respeto a los requisitos legales, de trazabilidad y sanitarios que rigen cualquier actividad pesquera.