El Cabildo de Gran Canaria ha solicitado formalmente a la Unión Europea (UE) y a los Gobiernos de España y Canarias que se garantice la protección del sector pesquero artesanal frente a la introducción del arte de cerco en la pesca de atún en aguas del archipiélago.
En esta línea, el Pleno de la Corporación insular aprobó este martes una declaración institucional en la que expresa su rotundo rechazo a la propuesta de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), que plantea poner en marcha un plan experimental para el empleo del cerco en la captura de atunes y la cría de rabiles y atunes rojos en aguas canarias.
Tal y como detalla el Cabildo, se trata de dos prácticas que "supondrían un peligroso revés para el sector pesquero artesanal canario, que podría ver peligrar su supervivencia, así como para el medio marino del archipiélago".
Por este motivo, la institución insular ha reclamado al Gobierno de Canarias, al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y a la presidenta de la Comisión Europea que adopten las medidas necesarias para defender los intereses de la pesca artesanal de las islas, así como la preservación de los ecosistemas marinos y sus recursos.
El acuerdo subraya, además, que esta posición se alinea con la postura contraria a la iniciativa manifestada por las distintas federaciones canarias de cofradías de pescadores, que también han mostrado su rechazo al plan de la ICCAT.
La declaración aprobada por el pleno sostiene que la propuesta de la ICCAT "atenta de lleno contra los intereses del sector pesquero artesanal y los frágiles ecosistemas marinos de las Islas, ya que dicho proyecto tiene como objetivo evaluar el posible desarrollo futuro de la pesca con red de cerco industrial y el crecimiento y engorde del atún rojo y del rabil en esta zona".
El texto recuerda que "el uso del cerco para la captura de atunes está actualmente prohibido por las normativas autonómica y estatal, tanto en aguas interiores como aguas exteriores del mar territorial de Canarias".
Asimismo, el Cabildo puntualiza que "este arte solo está permitido tanto para la captura de pequeños pelágicos como longorones, sardinas y caballas", especies que se destinan directamente al mercado o se utilizan como cebo vivo imprescindible para la pesca con anzuelo de atunes y otros grandes demersales.
A la luz de estos argumentos, la Corporación insular considera que una autorización de este tipo "supondría un cambio sin precedentes para la pesca tradicional de Canarias, la cual se valora por su artesanalidad", puesto que, como recalca, "los atunes son capturados uno a uno, con liña o con caña, método tremendamente sostenible, que ha permitido a Canarias, entre otras cuestiones, defender el aumento de su cuota anual de atún rojo, ya que no impacta sobre este recurso pesquero tan valioso, y hasta hace poco tiempo en peligro".