La UCO explora las propiedades de una leguminosa tolerante a la sequía para pastoreo en la dehesa

Investigadores de la UCO evalúan la tedera como forraje resistente a la sequía en la dehesa, extendiendo el alimento verde un mes más.

La Universidad de Córdoba (UCO) está inmersa en un estudio sobre las capacidades de la tedera (‘Bituminaria bituminosa’) como planta forrajera en entornos de la dehesa, especialmente bajo condiciones de sequía. Tras un seguimiento de tres años, se revela que esta leguminosa podría superar o igualar la productividad de la alfalfa en condiciones de secano, extendiendo el suministro de alimento verde para el ganado durante un mes adicional comparado con los pastos anuales, aunque muestra una sensibilidad notable a las bajas temperaturas.

Desde la UCO, señalan que en las dehesas, donde el pasto se agosta al finalizar la primavera y no rebrota hasta el otoño con las primeras lluvias, es crucial buscar alternativas que disminuyan los costes asociados a la alimentación suplementaria del ganado, como los piensos o el heno. La tedera, una especie perenne y resistente a la sequía, emerge como una opción potencialmente valiosa. Esta leguminosa, nativa del Mediterráneo y macaronésico, ha sido optimizada para su uso en dehesas gracias a un programa de mejora genética liderado por Daniel Real del Australian Department of Primary Industries and Regional Development, con colaboración española, centrado en variedades de la Península Ibérica y Canarias, resultando en la variedad Lanza.

El equipo de la UCO, compuesto por Jesús Fernández, Tom Vanwalleghem, José Ramón Leal y Pilar Fernández, en colaboración con Daniel Real, ha analizado durante tres años las propiedades forrajeras, productivas y fenológicas de esta nueva variedad. ‘Queríamos probar si esta nueva variedad se adapta a las explotaciones de ganadería extensiva mediterránea como la dehesa, viendo si puede servir de alimento durante el periodo de bache alimenticio mediante pastoreo directo’, explica Jesús Fernández Habas, líder del estudio.

Los hallazgos indican que la tedera podría ser tan o más productiva que la alfalfa en secano, extendiendo la disponibilidad de alimento verde un mes más que los pastos naturales. A pesar de las ventajas observadas, la tedera enfrenta desafíos como su baja resistencia a las heladas y competencia con vegetación espontánea. ‘A pesar de los prometedores resultados para extender la oferta de alimento, también enfrentamos obstáculos significativos como la adaptación a zonas con heladas frecuentes y la competencia con especies adventicias. Esto nos deja preguntas por resolver’, menciona Fernández Habas.

La búsqueda de un esquema de manejo adecuado para la tedera es crucial para maximizar su potencial como forraje. ‘Por eso tenemos que explorar el régimen de aprovechamiento adecuado para garantizar que alarga la oferta de alimento y asegurar su persistencia y que, a la vez, sea alimento de calidad para el ganado. Parece que la estrategia más adecuada puede ser dejar crecer la planta en invierno e inicio de primavera, cuando las condiciones son buenas, y pastorearla de forma frecuente cuando empieza la sequía, para evitar que se lignifique en exceso’, concluye el investigador.

Los próximos pasos incluyen llevar el ensayo a suelos de dehesa, probar una variedad más resistente al frío (variedad Palma) y profundizar en los esquemas de manejo, elementos clave para avanzar en la resolución de un problema acuciante para el sector ganadero.

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