La campaña 2025 de la Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó, con Denominación de Origen Protegida (DOP), ha experimentado un inicio complicado. La entidad ha compartido que los primeros meses de cosecha y ventas han transcurrido con una lentitud atípica, lo que ha ocasionado una sensación de inquietud en el sector, afectado «por un funcionamiento deficiente en los principales mercados nacionales».
Según comunicados de la organización, esta situación podría estar relacionada, en parte, con una reducción general del consumo de productos frescos y con «la desestacionalización del consumo de uva» observada en los últimos tiempos. Esta problemática es de especial relevancia para el consejo regulador, dado que una DOP como la uva embolsada está estrechamente ligada a los ciclos agrícolas tradicionales, lo que hace esencial intensificar las campañas de promoción para fomentar el reconocimiento de su estacionalidad y sus valores.
A pesar de estos desafíos iniciales, la campaña para las variedades tardías ya está en marcha, destacando la uva Aledo, que es «la más emblemática de la Navidad y uno de los símbolos de identidad de la DOP». Esta uva, que es la última en cosecharse en el hemisferio norte debido a su técnica de embolsado, se distingue por una maduración natural, un color único y un sabor distintivo, consolidándola como un elemento central en las festividades navideñas, especialmente en la Nochevieja.











