El 9 de diciembre de 2023, Europa alcanzó un acuerdo provisional para aprobar un Reglamento que prohíbe ciertos usos de la Inteligencia Artificial (IA) y regula aspectos relacionados con la IA de alto riesgo. Ahora, se inician una serie de trámites en Europa que culminarán con la publicación de la norma en el Diario Oficial en los próximos meses.
Sin embargo, surge la pregunta: ¿qué acciones podemos emprender ante este nuevo panorama normativo?
Uno de los aspectos más destacados es el momento a partir del cual este Reglamento será plenamente exigible. Algunas disposiciones se aplicarán poco después de su adopción, mientras que otras, como los requisitos para sistemas de IA de alto riesgo, solo serán exigibles después de un período (vacatio legis) que podría extenderse hasta 2026 en algún caso.
Algunos políticos creen que la norma se ha diseñado para ser duradera, mientras que otros afirman que ya se han iniciado trámites para su actualización antes de su entrada en vigor
La incertidumbre radica en el grado de desarrollo qué habrá alcanzado la IA en ese momento y si la regulación será efectiva en ese nuevo escenario. Algunos políticos creen que la norma se ha diseñado para ser duradera (future proof), mientras que otros afirman que ya se han iniciado trámites para su actualización antes de su entrada en vigor.

