Análisis y Opinión

Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo (I): ¿Ahora o nunca?

La catedrática de Derecho internacional privado de la Universidad de Sevilla, Pilar Blanco-Morales, profundiza en estas dos tribunas en los avances de la Unión Europea para llegar a un nuevo pacto...

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En su obra Lingua Terti Imperii, Víctor Klemperer analiza cómo el lenguaje es una poderosa herramienta de control que condiciona las representaciones, individuales y colectivas, al tiempo que modela la percepción de la realidad hasta convertirla en una sombra. La perversión del lenguaje se ha instalado en la discusión pública sobre la inmigración hasta extremos insospechados.

Para denominar el fenómeno de la inmigración ilegal, autores como Violeta Moreno- Dax, rechazan la calificación de crisis, pues conduce a la consagración de mecanismos excepcionales y a una terminología bélica no siempre acorde con los valores en causa. Sin embargo, no encontramos mejor expresión para describir una situación que en Europa se remonta a 2015/2016.

Con el estallido de la guerra en Siria, un millón ochocientas mil personas entraron irregularmente en Europa, principalmente por vía marítima y solicitaron asilo. La capacidad de respuesta de los Estados quebró y el modelo europeo se fracturó irremisiblemente. La propuesta de reforma de la presidencia luxemburguesa chocó con la frontal negativa de los países que conforman el llamado Grupo de Visegrado (República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia). Un bloque que se mantiene compacto hasta hoy.

La situación ucraniana

La invasión de Ucrania mereció un enfoque completamente diferente. En marzo de 2022 la UE activó la Directiva de protección temporal, prorrogada hasta el 4 de marzo de 2025. Según Eurostat, son 4’1 millones los refugiados de Ucrania registrados como beneficiarios de protección temporal o sistemas similares.

Con ello se alivia la presión sobre los sistemas nacionales de asilo y se garantiza a los refugiados ucranianos la residencia el acceso al mercado laboral, a la vivienda, atención médica, asistencia social y la educación de los menores.

Según Eurostat, son 4’1 millones los refugiados de Ucrania registrados como beneficiarios de protección temporal o sistemas similares.

En 2021, la UE sufrió un ataque híbrido por los movimientos de refugiados a la frontera con Polonia desde Bielorrusia. Una “instrumentalización orquestada» que dio lugar a un enfrentamiento con el régimen de Lukashenko, que aún persiste.

El informe de ACNUR Desplazamiento forzados en 2022, publicado el 14 de junio de 2023, constata que las personas desplazadas por la fuerza han aumentado de 40 millones en 1990 a 108,4 millones en 2022.

El 2023 se podría considerar como otro episodio de crisis. En lo que va de año, 233.500 migrantes irregulares han llegado a las regiones mediterráneas de Europa, frente a los 159.410 que vinieron en 2022.