QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
Rocío Hernández, consejera de Salud y Consumo, ha enfatizado durante su intervención en el Pleno del Parlamento andaluz que el reciente ‘Plan de Atención a la Cronicidad 2025-2028’ «requiere un cambio en el modelo asistencial», que incluye una reorganización en la Atención Primaria y la implementación gradual de Unidades de Continuidad Asistencial en hospitales.
En Andalucía, más de 4,5 millones de personas tienen patologías crónicas o factores de riesgo. Hernández ha señalado que el fin del plan es «dar a los pacientes crónicos más calidad de vida, es decir, vivir más y mejor».
El plan propone un «enfoque personalizado» al agrupar pacientes con necesidades similares y ofrece atención desde la infancia, diseñando un modelo de transición gradual de unidades pediátricas a adultas, priorizando casos complejos.
Además, el plan impulsa la atención domiciliaria y la creación de Unidades de Continuidad Asistencial en los hospitales, complementado con la configuración de espacios que promuevan la coordinación sociosanitaria, particularmente en situaciones de vulnerabilidad.
La consejera también ha resaltado la necesidad de una reorganización de la Atención Primaria debido al «envejecimiento de la población y el incremento de la esperanza de vida», ya que «el 80% de las consultas en Atención Primaria se realizan por parte de personas diagnosticadas con una o varias enfermedades crónicas».
Esta reorganización incluirá una nueva formulación de atención a la demanda y un seguimiento proactivo. Se reformularán las consultas de acogida, la formación y teleconsulta, con el objetivo de implementar estos cambios este año y en 2026.
Finalmente, los equipos de Atención Primaria contarán con una agenda de Atención Compartida para la cronicidad, que permitirá un manejo integral y más eficiente de los pacientes. Hernández concluye que «Los pacientes crónicos, muchos de ellos con pluripatologías, precisan de un importante uso de recursos y nuestro sistema debe estar preparado con equipos multidisciplinares, formación tanto a pacientes como a profesionales y uso adecuado y puntero de tecnología sanitaria».
