Las Consejerías de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas, y de Turismo y Empleo están estudiando nuevas vías para mejorar la comunicación de riesgos vinculados a alertas meteorológicas dirigidas específicamente a los turistas.
Así lo expuso este martes el responsable de Emergencias, Manuel Miranda, durante su intervención en el Parlamento, donde abordó la necesidad de reforzar la información a los visitantes y tratar de prevenir, en la medida de lo posible, episodios como el del pasado domingo por la tarde, cuando un golpe de mar causó el ahogamiento de cuatro personas --tres murieron en el lugar y una cuarta en el hospital-- en una piscina natural del municipio tinerfeño de Santiago del Teide.
El viernes anterior, Miranda y la titular de Turismo, Jéssica de León, encabezaron una reunión técnica en la que participaron responsables de ambas consejerías para avanzar en esta coordinación.
“Es un asunto que preocupa a este Gobierno”, ha dicho el consejero, “pues son 60 fallecidos en lo que llevamos de año”.
Miranda detalló que en este mandato ya se han introducido algunas novedades, como la difusión de las prealertas, que anteriormente se enviaban exclusivamente a los servicios de emergencia.
“De esta manera profundizamos en la cultura de la autoprotección, de la responsabilidad individual, clave en estos episodios”, ha añadido.
El propósito de ambas áreas del Ejecutivo es que la comunicación de alertas y prealertas llegue de forma directa a los 270.000 turistas que cada semana visitan las islas, y que esa información se articule de manera coordinada con el sector turístico.
“Tenemos que establecer cauces estables de comunicación”, ha añadido Miranda, “con el concurso del sector, que sabemos que está plenamente comprometido con este objetivo”.
Por su parte, la consejera de Turismo y Empleo, Jéssica de León, destacó que desde su departamento se trabaja en “la sensibilización y la información tanto de visitantes como de residentes, asumiendo con responsabilidad un papel claramente preventivo que desarrollamos de forma continuada desde hace casi tres años”.
De León recordó que en el portal holaislascanarias.com se ponen a disposición materiales divulgativos en 15 idiomas, así como recomendaciones ante riesgos habituales como corrientes marinas, pesca en zonas rocosas o seguridad infantil, según recoge una nota del Gobierno regional.
Además, la consejera puso en valor que “todo este trabajo se ha realizado con el máximo rigor técnico, contando con el asesoramiento directo de personas expertas en prevención de ahogamientos, lo que nos ha permitido elaborar mensajes fiables, coherentes y basados en un criterio especializado”.
La responsable de Turismo insistió en la necesidad de reforzar la cooperación entre todos los actores implicados, “sin que ello conlleve en ningún caso sustituir a la autoridad competente en una materia tan crítica como la seguridad en el litoral”.
SIMPLIFICACIÓN DE LOS MENSAJES
En una primera etapa, además de la creación formal del grupo de trabajo, ambas áreas se centrarán en habilitar espacios para compartir la información que manejan, simplificar los mensajes y elaborar una lista de distribución actualizada y consensuada con los propios operadores turísticos.
En una segunda fase, ese grupo de trabajo se dedicará, además de al diseño de protocolos que aseguren que las alertas llegan a los visitantes de forma clara y en sus idiomas, al estudio de otras cuestiones como la incorporación de nuevas tecnologías de la información para mejorar la comunicación en situaciones de riesgo.
Manuel Miranda subrayó que la población residente debe seguir siendo destinataria de “campañas informativas y comunicación a través de medios convencionales” y remarcó la importancia de profundizar en la formación de los jóvenes, desde la infancia, para que comprendan mejor el comportamiento del mar y aspectos como las mareas.
El consejero recordó también que, en el marco del debate previo de la futura Ley canaria del Sistema de Protección Civil, ya se está trabajando con los profesionales en la evaluación de riesgos en áreas turísticas, en la elaboración de protocolos específicos de comunicación y alerta para estas zonas y en la integración de los planes de autoprotección en los entornos turísticos, entre otros aspectos.