Este lunes, el Parlamento de Cantabria ha dado luz verde a una moción durante el primer Pleno del nuevo periodo de sesiones, en la que se exige al Gobierno del PP que empiece la demolición de la Residencia Cantabria “lo antes posible”.
La propuesta, lanzada por el grupo parlamentario socialista y aceptando una enmienda del regionalismo, ha recibido el apoyo unánime de la oposición (PRC, PSOE y Vox), mientras que el PP y el diputado no adscrito, Cristóbal Palacio, se han posicionado en contra.
Además de pedir el inicio de la demolición, la moción también aboga por el realojo de los trabajadores del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y del IDIVAL, y por la identificación de un lugar adecuado para depositar los residuos de amianto en Cantabria.
En defensa de la moción, el diputado socialista, Raúl Pesquera, ha criticado al Gobierno por los retrasos en la demolición prometida para este verano, destacando que “nadie sabe nada” sobre los avances del proyecto ni sobre la gestión del futuro Parque Científico y Tecnológico de la Salud. Pesquera ha sugerido que la creación de una fundación privada para gestionarlo podría resultar en un “pelotazo”.
Por su parte, la regionalista Paula Fernández ha denunciado la “desinformación y la falta de transparencia” del Gobierno respecto a este proyecto. Natividad Pérez, de Vox, ha destacado que la moción es una “necesaria llamada de atención al Gobierno”. Miguel Ángel Vargas, del PP, ha defendido que el plan de demolición “está en marcha” y ha criticado las acusaciones de otros partidos como meras estrategias para desviar la atención.










