El procurador de Vox Miguel Suárez Arca ha vuelto a defender este martes que la inmigración masiva constituye un problema para España, apuntando que en determinados barrios de ciudades de Castilla y León la presencia de residentes extranjeros supera el 35 por ciento. Tras esta afirmación, ha concluido con la frase: “Crecer sí pero no así”.
En contraste, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha trasladado la “bienvenida” de la Junta a toda persona que se instale en Castilla y León con la intención de cotizar y desempeñar un trabajo. “Desde luego siempre será bienvenida cualquier persona, sea de fuera de Castilla y León, sea de España o sea de cualquier procedencia”, ha subrayado el dirigente del PP.
Suárez-Quiñones ha recalcado que “lo que le importa al Gobierno de Castilla y León es que la población de Castilla y León crezca y se incorporen a la tierra personas que trabajan, que producen, que generan valor y, por lo tanto, que hacen que la Comunidad crezca como lo está haciendo”, insistiendo en que la región ha comenzado a aumentar su censo tras haber conseguido revertir “la curva de descenso sempiterno de población” que arrastraba la Comunidad.
Por otro lado, Suárez Arca ha reclamado la repatriación de todas las personas que hayan entrado y permanezcan de forma ilegal en España, así como la deportación de quienes, habiendo accedido legalmente, hayan cometido delitos. “Vox no está dispuesto a sacrificar la nación ni en pro de un supuesto humanitarismo electoralista ni en pro de sacrificar la nación para intentar salvar inútilmente el Estado que ustedes parasitan desde el Partido Popular (...) Tiene que seguir siendo España pese a que ustedes quieran convertirla en otra cosa para poder gobernar el cenicero”, ha concluido el parlamentario.