De 31.000 a 62.000 euros, el salario de los asesores de los senadores contratados por la Cámara

La Mesa del Senado ha aprobado esta semana el reparto de módulos con el que la institución paga los sueldos de los asistentes nombrados a propuesta de los grupos, además de las tablas salariales de estos trabajadores

Fachada del edificio del Senado | SENADO

La Mesa del Senado, en su reunión de esta semana, acordó entre otros aspectos el reparto de módulos entre grupos parlamentarios, objeto de controversia en los últimos días por la propuesta inicial hecha por el PP, con mayoría en el órgano, y con la que estaban en desacuerdo el resto de grupos. Los módulos no son más que el sistema por el que se rige la contratación de personal eventual (asistentes) para cada grupo parlamentario con cargo a los presupuestos de la Cámara Alta.

Dentro de las potestades de la Mesa está la de decidir los medios materiales y recursos humanos que la institución pone a disposición de los grupos para el desempeño de sus funciones. Ahí entran los popularmente conocidos como asesores, cuyo número y retribución se fija también en la Mesa, previa consulta a la Junta de Portavoces (donde al contrario que en la Mesa, sí tienen representación todos los grupos). Hace un par de días, el órgano rector adoptaba dos acuerdos al respecto: cómo se repartirán los asesores y cuáles serán las categorías o tablas salariales de estos empleados.

¿Cuánto cobran los asesores de los senadores?

Los módulos son una especie de créditos por el que se presupuestan los costes a cargo del Senado de todos los trabajadores que la Cámara pone a disposición de los grupos o de algunos parlamentarios en concreto, caso de miembros de la Mesa o expresidentes de la institución que mantengan acta como senadores. En En el caso de los grupos, existe una cifra global (120) a repartir entre ellos.

Al arranque de la legislatura, la retribución salarial para cada módulo de asistente era de 2.213 euros mensuales y catorce pagas, como ha conocido Demócrata y corroboran fuentes del propio Senado. En total, cada uno de estos módulos está valorado en 30.980,6 euros anuales en concepto de retribución, a los que habría que sumar cotizaciones sociales u otros costes laborales.

La identidad de cada uno de estos empleados se conoce a través de los actos de nombramientos y ceses que se publican en el Boletín Oficial de las Cortes Generales. Sin embargo, sus percepciones salariales no son difundidas públicamente.

Las categorías de los asistentes de los senadores

¿Significa eso que el salario de todo asistente o asesor es de 30.980 euros al año? Depende del grupo que pide su contratación. La dirección de cada bancada puede decidir cómo gasta o emplea esos módulos según una tabla de categorías retributivas. Así, cada empleado percibirá un sueldo en función del cargo que quieran asignarle.

El pasado martes, 19 de septiembre, la Mesa aprobaba la siguiente tabla de distribución de módulos de asistente por categorías retributivas, según el acuerdo al que ha podido acceder este medio:

De esta forma, un grupo puede apostar por maximizar los pares de manos disponibles y asignar a todos ellos la categoría retributiva más baja, lo que se podría denominar como asistente raso, u otorgar mayor sueldo a determinadas personas (a costa de reducir el número de eventuales a su disposición). Si, por ejemplo, un grupo dispusiera de 10 módulos, tendría la opción de contratar 10 asistentes (consumiría un módulo por cada uno de ellos) o, entre otras combinaciones, cinco asistentes (cinco módulos), dos asistentes de tipo E (otros tres módulos) y un asistente A (dos módulos).

El cambio de categorías en la nueva legislatura

Las categorías o cargos anteriores solo tienen efectos salariales. En la práctica, que alguien sea contratado bajo un cargo u otro no quiere decir nada sobre la labor real que desempeña para el grupo que ha propuesto su nombramiento. De la misma forma que los grupos pueden nombrar o cesar a estos empleados con total discrecionalidad, gozan de completa autonomía para asignarles las tareas que consideren oportunas.

Antes del último acuerdo, el sistema de categorías retributivas era más simple, de cinco rangos: el «asistente A» (consumía dos módulos), el B1 (1,75), el B (1,5), el C (1,25) y el asistente raso (1).

¿Cuántos módulos tiene cada grupo?

Aunque la Mesa anunció que su intención era no incrementar el total de módulos para esta legislatura (110 según un acuerdo tomado por los grupos en el anterior mandato), la asignación final adoptada esta semana suma un total de 120 frente a los 108 presupuestados en la recta final de la XIV Legislatura. Si ya entonces hubo que hacer modificaciones presupuestarias y aprobar varios suplementos de créditos (por importe de 1,2 millones de euros) para dotar la última subida de eventuales, la decisión de la Mesa exigirá otro aumento no considerado inicialmente del gasto en asesores para lo que resta de año.

Para esta legislatura, se ha pasado de un sistema de reparto de módulos por tramos a uno directamente proporcional, similar al que aplica el Congreso de los Diputados. Para decidir cuántos recursos corresponderían a cada grupo se multiplicaría su número de integrantes por 0,415 (ratio resultante de dividir los 110 módulos de asesores existentes entre los 266 legisladores que componen el hemiciclo), proporción que es de 1 en el Congreso . El resultado, una vez descontados los senadores a cada grupo que el PSOE ha prestado para permitir su constitución, es el siguiente:

A la aplicación de la ratio de 0,415 se le han efectuado algunas correcciones tras el debate entre los grupos: todos contarán con un mínimo de cuatro y al de Izquierdas por la Independencia (EH Bildu-ERC) se le ha asignado uno adicional sobre los que le corresponderían. Ahora, la ratio de asesores por senador ha crecido hasta 0,45, todavía lejos del asistente por cada diputado del Congreso.

4,7 millones para retribuciones

Antes de la subida de 120 módulos derivada del último acuerdo de reparto, el Senado ya tenía consignados 4.726.021 euros, entre créditos iniciales y modificaciones, para costear las retribuciones básicas de todo el personal eventual a cargo de sus presupuestos para 2023. Hasta finales del primer semestre (las Cortes se disolvieron el 29 de mayo), se habían ejecutado poco más de 2 millones (cerca del 44% del total).

La cuantía viene creciendo en los últimos años, sobre todo a raíz de una decisión de la Mesa de febrero de 2020, cuando se estimó oportuno aumentar la dotación de personal para asistencia de los grupos. Al inicio de la XIV Legislatura, el número de módulos era de 53 (0,2 por senador), cantidad que se ha doblado de forma progresiva hasta marzo de este año.

Entonces, el órgano rector justificó la medida por la "cada vez mayor carga legislativa y de control, a causa del mayor número de ministerios, de la actividad impulsada por el Gobierno", entre otros motivos, además de por la necesidad de "acercarse a los niveles de apoyo parlamentario de otros parlamentos de nuestro entorno, particularmente, el Congreso)".

Desde 2018, primer ejercicio con datos detallados, las cantidades reservadas y ejecutadas en los presupuestos de la Cámara para "retribuciones básicas" (sin incluir cuotas de Seguridad Social) del personal eventual han pasado de 2,13 millones de euros a los 3,16 a cierre del año pasado. Aquí, además del personal eventual a disposición de los grupos, se incluirían otros eventuales, como los tres a los que tienen derecho los expresidentes de la institución que aún tienen escaño o los dos para cada uno de los vicepresidentes y secretarios del Senado.

Eventuales contratados por los grupos parlamentarios

Los asistentes para los grupos contratados por la Cámara Alta a través del sistema de módulos no son los únicos. Los grupos también perciben una subvención general, de carácter mensual, para su funcionamiento ordinario: 15.732 € fijos más otros 1.966,5 € adicionales por cada senador. Ese dinero es de libre disposición de los grupos y con él también se contrata personal, pero en este caso la relación laboral es con el propio grupo parlamentario. Pese a que el origen del dinero es público, ni el número ni las identidades ni los emolumentos de esos empleados son conocidos.

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