Boeing proyecta alcanzar un flujo de caja libre positivo en 2026, específicamente, “una cifra baja de un solo dígito”, marcando la primera ocasión en tres años en lograrlo, lo cual revertiría la pérdida anticipada de 2.000 millones de dólares (1.723 millones de euros) prevista para 2025.
A largo plazo, la compañía mantiene su meta de alcanzar una generación de efectivo de 10.000 millones de dólares (8.618,8 millones de euros), objetivo fijado por la anterior dirección. Jay Malave, director financiero de Boeing, compartió estas expectativas durante un evento con inversores, información que ha sido recogida por ‘Bloomberg’.
Estas expectativas se fundamentan en el optimismo generado por la mejora continua en el ritmo de producción en sus fábricas, destacando los modelos 737 Max y 787 Dreamliner, y la disminución del stock de aeronaves pendientes de entrega. Además, se observa un incremento en la rentabilidad de su división de defensa y un crecimiento sostenido en sus operaciones de servicios.
Tras las declaraciones de Malave, las acciones de Boeing experimentaron un aumento superior al 8% el pasado martes en la Bolsa estadounidense, sobrepasando los 202 euros por acción.
Al cierre del 30 de septiembre, Boeing reportó un flujo de caja libre negativo de 2.252 millones de dólares (1.940 millones de euros). Kelly Ortberg, presidente y CEO, señaló que esta cifra fue positiva en el tercer trimestre de 2025, resaltando este logro como un punto clave en la recuperación de la empresa.
En el trimestre de julio a septiembre, Boeing registró un gasto antes de impuestos de 4.900 millones de dólares (4.223 millones de euros), debido al retraso en el calendario del programa 777X, esperando la primera entrega del avión 777-9 en 2027.
Además, la empresa afronta un pago de 8.000 millones de dólares (6.894,8 millones de euros) en deudas el próximo año y planea saldar rápidamente otros 3.000 millones de dólares (2.585,5 millones de euros) en compromisos con Spirit AeroSystems.











