Boeing ha comunicado a sus proveedores su objetivo de incrementar la producción del 737 MAX a 42 unidades mensuales a partir de este octubre, con planes de alcanzar las 53 unidades para finales del 2026.
El gigante aeronáutico de Estados Unidos se siente positivo frente a las actuales investigaciones de las autoridades estadounidenses tras varios problemas de seguridad en sus aeronaves. Específicamente, este modelo enfrentó dos accidentes significativos entre 2018 y 2019.
Expectativas de los inversores
De acuerdo con ‘Bloomberg’, los inversores interpretan este aumento en la producción como la ‘señal más clara’ de que la dirección de la empresa está actuando decisivamente para retomar el control sobre los procesos de manufactura y recuperar la confianza de la Administración Federal de Aviación (FAA) después de varios años de fallos consecutivos.
El año pasado, la producción del 737 MAX se vio limitada a 38 aviones mensuales debido a un nuevo incidente y a una completa reestructuración de la cúpula directiva de Boeing.
Para lograr estos nuevos objetivos de producción y regresar a los niveles previos a la pandemia, Boeing debe aún demostrar a la FAA que sus instalaciones y cadenas de suministro pueden sostener este aumento de producción sin comprometer la calidad.