En el primer semestre de 2025, las contrataciones en el sector de la hostelería en España experimentaron un descenso del 1,5% comparado con el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con información proporcionada por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Se firmaron más de 1,25 millones de contratos, una cifra menor a los 1,272 millones de 2024, lo que indica una desaceleración en la demanda de profesionales en este ámbito.
Según un análisis de Randstad, este fenómeno ocurre en un momento especialmente prometedor para el turismo, considerando que ‘España podría volver a batir récords este año con la llegada de visitantes’. De hecho, en 2024, el país estableció un récord con 93,8 millones de turistas internacionales, marcando un incremento del 10,1% respecto a 2023.
A pesar de este auge turístico, la contratación en la hostelería ha mostrado una ligera disminución. ‘Este ligero descenso en el número de contratos podría estar relacionado con una estabilización del mercado turístico tras la recuperación postpandemia, así como con un mayor equilibrio entre la oferta y la demanda de profesionales en hostelería. Igualmente, esperamos que durante los meses de julio y agosto el número de firmas aumentará’, explicó Ana Hervás, directora regional de la zona Sur y Levante de Randstad Trabajo Temporal.
En términos regionales, Andalucía lidera con 251.075 contratos, seguida por Cataluña con 163.854 y Comunidad Valenciana con 134.054, esta última mostrando un crecimiento del 1,2%. En contraste, la Comunidad de Madrid y Baleares experimentaron caídas del 5,5% y 2,8% respectivamente.
Las comunidades con mayor crecimiento en el semestre fueron Asturias y Aragón, con aumentos del 6,1% y 5,5% respectivamente. En el extremo opuesto, Extremadura y la Comunidad de Madrid registraron los descensos más significativos.
Los perfiles más buscados en el sector incluyen camareros de sala y barra, cocineros y recepcionistas de hotel, entre otros. Se valora especialmente la flexibilidad horaria y la experiencia previa, mientras que las competencias más apreciadas son la orientación al cliente y la capacidad de trabajar bajo presión.















