Economía

El Banco de España eleva al 2,9% el crecimiento del PIB en 2025 y mejora hasta el 2,2% su previsión para 2026

El Banco de España mejora el crecimiento del PIB hasta 2027, revisa al alza la inflación de 2025-2026 y alerta de desvíos fiscales y riesgos salariales.

5 minutos

Archivo - Fachada del Banco de España en Madrid. Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

Archivo - Fachada del Banco de España en Madrid. Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

Comenta

Publicado

5 minutos

El Banco de España ha revisado al alza en tres décimas su previsión de avance del Producto Interior Bruto (PIB) de España para 2025, que pasa a situarse en el 2,9%, al tiempo que mejora en cuatro décimas la proyección para 2026, hasta el 2,2%, y aumenta en dos décimas la estimación de 2027, hasta el 1,9%.

Según el último informe trimestral del organismo que encabeza José Luis Escrivá, esta actualización de las previsiones responde, por un lado, a los nuevos datos de contabilidad nacional, que reflejan un mayor dinamismo de la actividad en los trimestres recientes, y, por otro, a la solidez del consumo de los hogares, que ha superado lo anticipado, así como a una visión más favorable del sector exterior, apoyada en el notable impulso de las exportaciones de servicios no turísticos.

Las nuevas proyecciones del Banco de España apuntan a que la economía nacional conservará en el último tramo del año un crecimiento vigoroso, con una tasa trimestral prevista de entre el 0,6% y el 0,7%, compatible con un aumento anual del PIB del 2,9% en 2025.

Para los ejercicios posteriores, el escenario central contempla una pérdida gradual de velocidad del PIB hacia ritmos más cercanos al crecimiento potencial de la economía, que se sitúa en torno al 2% al final del horizonte de previsión.

De acuerdo con estas estimaciones, la expansión del producto entre 2025 y 2027 se apoyaría principalmente en la demanda interna, aunque con una progresiva desaceleración, mientras que la formación bruta de capital seguiría mostrando un comportamiento dinámico en los próximos trimestres, impulsada por el despliegue de los fondos europeos de recuperación “NGEU”.

En paralelo, la aportación de la demanda exterior neta al crecimiento del PIB sería negativa en 2025 y 2026, para pasar a ser ligeramente positiva en 2027.

Inflación: mejora en 2025, pero empeoran 2026 y 2027

En materia de precios, el Banco de España prevé que la inflación media se sitúe en el 2,7% en 2025, para moderarse posteriormente hasta el 2,1% en 2026 y el 1,9% en 2027. La inflación subyacente, por su parte, se colocaría en el 2,6%, 2,4% y 2,1% en cada uno de esos años, respectivamente.

En comparación con las proyecciones publicadas hace tres meses, las tasas de inflación general se corrigen al alza en dos décimas para 2025 y en cuatro décimas para 2026. Este ajuste se explica por la incorporación al escenario central de una dinámica de precios más intensa de lo previsto en septiembre, la evolución de la negociación colectiva y el nuevo contexto macroeconómico.

Para 2027, en cambio, la previsión de inflación general se revisa a la baja en cinco décimas, como consecuencia de unos precios de la energía más reducidos de lo estimado anteriormente, vinculados al retraso en la entrada en vigor del nuevo sistema de derechos de emisión de la Unión Europea.

Empleo: menor ritmo de creación, pero el paro bajará al 9,6% en 2027

El organismo supervisor anticipa que el ritmo de creación de empleo se irá moderando en los próximos trimestres. Así, para el conjunto de 2025 se proyecta un aumento del empleo —medido en personas ocupadas— del 2,7%, que se frenaría en 2026 y 2027 hasta el 2% y el 1,4%, respectivamente.

Esta trayectoria, con incrementos del empleo algo inferiores a los del PIB, se asocia a cierta debilidad de la productividad por ocupado. En particular, el Banco de España prevé que la fuerte desaceleración de esta variable registrada en los últimos trimestres se prolongue a comienzos de 2026, para posteriormente recuperarse y estabilizarse en tasas cercanas al 0,5% en 2027.

La tasa de paro continuaría reduciéndose, aunque a un ritmo más lento que en los últimos años: descendería 0,8 puntos en 2025, 0,6 puntos en 2026 y 0,4 puntos en 2027, hasta marcar un 9,6% al final del periodo de proyección.

Al mismo tiempo, se confirma la senda de moderación de la remuneración por asalariado, que pasará del avance del 4,6% registrado en 2024 a tasas próximas al 3% al final del horizonte analizado. Según el Banco de España, los incrementos salariales pactados en convenio apuntan a un crecimiento de la remuneración por asalariado superior al considerado en el ejercicio de proyecciones anterior, aunque todavía compatible con la senda de moderación prevista.

Déficit y deuda: ligera revisión al alza del desequilibrio en 2027

En el ámbito de las cuentas públicas, la institución mantiene prácticamente sin cambios la senda de déficit para 2025 y 2026, con tasas del 2,5% y del 2,1% del PIB, respectivamente, pero eleva en dos décimas la previsión para 2027, cuando el saldo negativo alcanzaría el 2,5%.

El director general de Economía del Banco de España, David López Salido, ha detallado que la subida salarial de los empleados públicos añadirá 0,4 puntos porcentuales al déficit en 2027.

En cuanto a la deuda, las proyecciones para la ratio deuda/PIB se corrigen a la baja, apoyadas en un mayor crecimiento del PIB nominal. Tras cerrar 2025 en torno al 100,6% —un punto porcentual menos que en el ejercicio previo—, se prevé que esta ratio continúe retrocediendo hasta situarse aproximadamente en el 98,3% en 2027.

Entre 2025 y 2027, se estima que los ingresos públicos (sin incluir los fondos “NGEU”) seguirán ganando peso sobre el PIB, fundamentalmente por la no deflactación de los tramos del IRPF y por las medidas de incremento de las cotizaciones sociales. Sin embargo, este efecto se vería neutralizado por un mayor gasto en pensiones, salarios de empleados públicos, pagos de intereses e inversión pública —incluida la relacionada con defensa—.

Desviación frente a la senda de gasto pactada con Bruselas

El Banco de España advierte de que en 2025 y 2026 el crecimiento del gasto neto podría superar el contemplado en el Plan Fiscal y Estructural de Medio Plazo remitido el pasado año a Bruselas, en el marco de las nuevas reglas fiscales de la UE.

En términos acumulados desde 2023, tanto en 2025 como en 2026 ese crecimiento del gasto se mantendría todavía dentro del margen de flexibilidad permitido. No obstante, a partir de 2027, el impacto de concentrar en ese ejercicio la subida salarial de los empleados públicos, sumado al resto de factores que presionan al alza el gasto y al agotamiento del margen de desviación autorizado por las nuevas normas europeas, provocaría una desviación respecto a la senda comprometida.

Riesgos: salarios, márgenes empresariales y entorno exterior

El Banco de España subraya que la incertidumbre asociada a la evolución de los salarios y de los márgenes empresariales podría derivar en un escenario alternativo de mayor inflación y menor crecimiento del PIB.

Además, señala que una reacción más intensa de la oferta de vivienda ante la fortaleza de la demanda se traduciría en un crecimiento superior del PIB y de la inflación, mientras que un comportamiento menos favorable de la demanda exterior neta —en particular de las exportaciones de servicios no turísticos— podría mermar el dinamismo de la actividad.

En el plano internacional, los últimos acuerdos comerciales han reducido la probabilidad de los escenarios más severos de escalada en la guerra comercial. Sin embargo, los recientes episodios de volatilidad financiera —vinculados a las grandes empresas tecnológicas— ponen de manifiesto el riesgo de una corrección brusca en la valoración de los activos de riesgo.