EthiFinance Ratings ha concedido a GS Inima Environment una calificación de crédito a largo plazo de “BBB”, una nota que, según ha detallado la propia agencia en un comunicado, “refleja los sólidos fundamentos de la compañía como operador internacional de infraestructuras hídricas con una amplia trayectoria en el negocio concesional”.
La firma de rating subraya igualmente que la nota tiene en cuenta el “perfil de apalancamiento controlado” del grupo y “una política financiera prudente que ha mantenido el apalancamiento neto reportado por debajo de 3,0 veces durante varios años, lo que proporciona margen para continuar invirtiendo”.
De acuerdo con sus estimaciones internas, el apalancamiento neto ajustado calculado por EthiFinance Ratings se situó en 2,8 veces al cierre de 2024, un nivel coherente con los parámetros habituales del sector de infraestructuras para este rango de calificación. De cara a los próximos ejercicios, la agencia prevé que el mayor volumen de inversión impulse el ratio hacia niveles cercanos a 4x, todavía considerado manejable para una compañía de carácter concesional.
El análisis incorpora también el posible impacto del anuncio realizado por TAQA a finales de agosto de 2025 sobre la compra del 100 % de GS Inima, una operación cuya culminación se estima para junio de 2026. EthiFinance Ratings advierte de que esta transacción podría implicar un cambio de estrategia en los próximos meses, con efectos sobre las previsiones financieras, por lo que ha optado por asignar una perspectiva Evolving ante este escenario de mayor incertidumbre.
En su informe, la agencia recoge diversos elementos que actúan como factores de contención para la calificación: la dimensión todavía reducida de GS Inima frente a los grandes actores internacionales del sector, la concentración de una parte relevante de sus ingresos en Brasil, la escasa diversificación hacia negocios energéticos pese a la elevada intensidad de consumo eléctrico asociada a la desalinización, y un ratio de cobertura de intereses de 2,5 veces al término de 2024, que continúa siendo ajustado para un emisor con grado de inversión.
Aun así, EthiFinance Ratings remarca que la facturación de la compañía está sujeta al riesgo soberano de varios mercados emergentes, aunque este se ve atenuado por el carácter esencial de los servicios de agua y por la contrastada experiencia operativa de GS Inima en estas geografías.
Según EthiFinance, “el sector de concesiones de servicios de agua se beneficia de una demanda estructuralmente inelástica, tarifas a largo plazo indexadas a la inflación y una volatilidad limitada de los beneficios”. Además, la agencia recuerda que “los flujos de ingresos principales de GS Inima están garantizados mediante contratos de concesión de entre 20 y 30 años, lo que refuerza la visibilidad y mitiga la exposición a los ciclos macroeconómicos”.
GS Inima desarrolla un modelo de negocio integrado verticalmente que incluye el diseño, la financiación, la construcción y la explotación a largo plazo de instalaciones de desalinización, potabilización y tratamiento de aguas residuales. Esta configuración, de acuerdo con el informe, “proporciona márgenes sólidos una vez que los activos entran en fase operativa, respaldados por esquemas tarifarios fijos y garantizados”.
En la actualidad, la empresa gestiona una capacidad total de tratamiento de 6,2 millones de metros cúbicos diarios repartidos en más de 20 países, y dispone de un destacado know-how en desalinización mediante ósmosis inversa a gran escala, con proyectos de referencia en Emiratos Árabes Unidos, Omán y México.











