El partido que lidera la primera ministra italiana, Georgia Meloni, Hermanos de Italia, ha registrado una propuesta para aumentar el máximo permitido en pagos en efectivo desde los actuales 5.000 euros hasta los 10.000, manteniendo en todo caso un “impuesto especial” de 500 euros cuando se rebase la primera cifra.
De aprobarse, la medida se incorporaría a los Presupuestos del próximo ejercicio y responde al objetivo del partido de Gobierno de estimular el gasto de los visitantes con mayor capacidad económica que viajan al país.
“Somos un país muy turístico y sabemos que hay un gran número de turistas, especialmente de determinados orígenes, para los que el dinero en efectivo forma parte de sus costumbres”, ha explicado para “Financial Times” el senador Matteo Gelmetti.
Los partidos de la oposición han arremetido contra la propuesta, argumentando que favorecerá a los evasores fiscales y a las organizaciones mafiosas al brindarles una vía legal para blanquear capitales a cambio de un gravamen relativamente reducido. La Liga, formación a la que pertenece el ministro de Economía y Finanzas, Giancarlo Giorgetti, todavía no ha fijado una postura oficial.
En el marco de su estrategia contra el blanqueo de capitales, la Unión Europea ha acordado establecer un límite de 10.000 euros para los pagos en efectivo a partir del 1 de enero de 2027. No obstante, Bruselas permite que los Estados miembro fijen umbrales inferiores si lo consideran oportuno y, de hecho, en España el tope vigente se sitúa en 1.000 euros.
El predecesor de Meloni en la jefatura del Gobierno y expresidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, defendió la expansión de los medios de pago digitales como herramienta para reducir la economía sumergida y la actividad delictiva. Pese a ello, tras asumir el poder, Meloni elevó el límite de efectivo de 1.000 a 5.000 euros, y ahora su formación pretende dar un nuevo paso en la misma dirección.











