La promotora inmobiliaria china Vanke ha conseguido renegociar a última hora con sus acreedores una ampliación del periodo de gracia para atender un vencimiento de deuda, maniobra que aleja por ahora la bancarrota de una de las mayores constructoras del “gigante asiático”.
De acuerdo con un documento al que ha tenido acceso “Bloomberg”, los titulares de bonos de Vanke por un valor de 2.000 millones de yuanes (241,8 millones de euros) han dado su visto bueno a extender hasta el próximo 28 de enero el plazo de gracia que había expirado el pasado 15 de diciembre.
No obstante, la iniciativa para posponer durante 12 meses el reembolso del principal de esa deuda no salió adelante, ya que únicamente el 20,2% de los acreedores con derecho a voto respaldó la propuesta, muy lejos del 90% exigido para su aprobación.
En paralelo, la compañía está intentando persuadir a sus inversores para que acepten un aplazamiento en el pago de un pagaré por importe de 3.700 millones de yuanes (447,3 millones de euros) cuyo vencimiento está fijado para este 28 de diciembre.
Vanke dispone de una cartera de activos valorada en unos 160.000 millones de dólares (136.173 millones de euros) y una plantilla superior a los 125.000 trabajadores, por lo que una eventual quiebra podría reavivar las tensiones de la crisis inmobiliaria en China, del mismo modo que lo harían grupos como Country Garden o Evergrande.