La inflación de referencia en Japón, que excluye el efecto de los precios de los alimentos frescos en la capital, Tokio, se situó en diciembre en el 2,3%, lo que supone un descenso de medio punto respecto al dato de noviembre y marca la primera ralentización desde agosto, según ha comunicado el Ministerio del Interior y Comunicaciones.
Al mismo tiempo, la inflación general del país asiático se moderó hasta el 2%, lo que implica una caída de siete décimas en comparación mensual y la sitúa en torno al objetivo de estabilidad de precios establecido por el Banco de Japón.
En cuanto al índice de inflación subyacente, que además de los alimentos frescos también deja fuera la energía, este se redujo en dos décimas en el último mes del ejercicio, después de haber cerrado previamente en el 2,6%.
Los informes difundidos este viernes por el propio Ministerio muestran igualmente que las ventas minoristas aumentaron un 0,6% en noviembre, mientras que la producción industrial retrocedió un 2,6%. En términos interanuales, este indicador fue 2,1 puntos inferior.