La Seguridad Social cerró los once primeros meses del año con un superávit de 7.870 millones de euros, equivalente al 0,5% del PIB, lo que supone un aumento del 72,7% frente al saldo positivo anotado en el mismo periodo del ejercicio previo, cuando alcanzó los 4.555 millones. Este resultado se explica por unos ingresos acumulados hasta noviembre de 215.400 millones de euros, un 7,8% más, frente a unos gastos que ascendieron a 207.530 millones, con un repunte del 6,3%.
Según las cifras difundidas este lunes por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, este resultado favorable se ha logrado después de que, entre enero y noviembre, el sistema obtuviera 162.032 millones de euros por cotizaciones sociales, un 6,9% más en comparación con el mismo tramo de 2024.
Los recursos procedentes del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), operativo desde el 1 de enero de 2023, mostraron hasta noviembre un incremento interanual del 32,7%, hasta los 4.506 millones de euros, que se destinan íntegramente al Fondo de Reserva de la Seguridad Social.
El avance de los ingresos por cotizaciones en lo que va de año se apoyó en la buena marcha de las aportaciones de los ocupados, que subieron un 6,9% interanual, hasta 152.990 millones de euros. A su vez, las cuotas correspondientes a personas en situación de desempleo sumaron 9.042 millones de euros, lo que implica una subida interanual del 6%.
Al mismo tiempo, los datos disponibles hasta octubre (último mes con información cerrada) reflejan un saldo positivo de 7.318 millones de euros para el conjunto de los Fondos de la Seguridad Social, que integran, además del propio sistema, las cuentas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
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