Lantania se encuentra en proceso de implementación de un nuevo plan estratégico para el periodo de 2026 a 2030, esta vez con un enfoque prioritario en la rentabilidad más que en la expansión, tras lograr un incremento del 12,8% en su facturación, alcanzando los 194 millones de euros durante el primer semestre de 2025.
Así lo ha comunicado Federico Ávila, presidente y consejero delegado de la empresa, en una conferencia de prensa donde además ha revelado que está a punto de cerrar un acuerdo para la construcción de una nueva planta desaladora de 600.000 metros cúbicos en Arabia Saudí.
El ejecutivo no ha proporcionado detalles específicos sobre este importante nuevo contrato, ya que aún se están definiendo los términos finales de la adjudicación. No obstante, en su cartera de proyectos ya figura otra desaladora en ese mismo país, con una participación del 30%, que tiene una capacidad de 300.000 metros cúbicos y un valor de 458 millones de euros, ofreciendo una idea de la relevancia de este potencial acuerdo para la firma.
Entre enero y junio, Lantania obtuvo un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 5,8 millones de euros, un 3,6% superior al del año anterior, con una nueva contratación de proyectos valorada en 407 millones de euros, lo que representa un aumento del 7,1%. La deuda bruta de la empresa se sitúa en 32 millones, aunque cuenta con una caja superior, resultando en una deuda financiera neta negativa.
En lo que respecta a sus previsiones, la empresa planea incrementar su facturación en un 16% para el total del ejercicio 2025, llegando a 454 millones de euros, y elevar su Ebitda en un 8% hasta los 14,1 millones, aunque aún por debajo de los 15,7 millones que alcanzó en 2021, debido al impacto del aumento de precios tras la guerra en Ucrania y los efectos de la pandemia.
Este aumento en el costo de los materiales sigue afectando el margen de rentabilidad de la empresa, que se mantiene alrededor del 3%, también influenciado por sus recientes inversiones en proyectos de agua y por la adquisición de empresas.
CONFIRMA OBJETIVOS A 2026
Con todo, el beneficio neto esperado para este año es de unos 3 millones de euros, mientras que ha reafirmado sus metas a largo plazo de alcanzar unos ingresos de 500 millones en 2026, cifra que incluso espera superar, aunque el directivo ha calificado de ‘reto’ el lograr los 25 millones de euros esperados de Ebitda para ese mismo año, por el impacto de la inflación.
DESCARTA SALIR A BOLSA A CORTO PLAZO
Ávila también ha expresado su disposición a buscar socios para proyectos de energías renovables, aunque ha indicado que no lo considera una necesidad urgente actualmente. Asimismo, ha descartado una posible salida a bolsa en el corto plazo.
En relación a su principal accionista, el fondo Stator, liderado por el exconseller de Economía de la Generalitat Valenciana, Máximo Buch —en medio de disputas por su control—, Ávila ha señalado que, al ser un fondo de ‘private equity’ sin intención de permanencia, es natural que próximamente se retire del accionariado.