El 51,7% de los españoles declara haber afrontado algún tipo de dificultad para retirar o ingresar dinero en efectivo durante 2025, una proporción que triplica la registrada el año anterior, de acuerdo con la cuarta edición del estudio “Percepción y hábitos de los españoles respecto al sector bancario”, elaborado por la ‘fintech’ Nickel.
En paralelo, el 79,8% de los participantes en la encuesta indica que en su entorno han echado el cierre cajeros automáticos u oficinas bancarias, mientras que un 13% admite que la sucursal más próxima se sitúa a más de cinco kilómetros de distancia o, directamente, ya no existe.
En cuanto a la frecuencia de uso del efectivo, el 73,7% de los consultados afirma emplearlo al menos una vez a la semana y un 42,2% de los españoles asegura utilizarlo a diario. Esta práctica se alinea con la percepción de seguridad: el 58,6% considera que el efectivo es la alternativa más fiable frente a posibles caídas o fallos del sistema.
Las peticiones de los ciudadanos van en la misma dirección. Un 32% reclama un aumento de los puntos de acceso al efectivo y un 29,3% demanda que se habiliten más opciones para poder realizar ingresos o retiradas de dinero.
Entre los mayores de 65 años, el 57,7% afirma usar efectivo cada día, más del doble que entre los menores de 30 años (27,6%). Para los de más edad, el dinero en metálico se asocia de forma directa con la seguridad y el control de los gastos, y casi siete de cada diez lo ven como un recurso imprescindible ante un posible apagón digital o fallos tecnológicos (69,2%). En el caso de los jóvenes, el efectivo se valora sobre todo por su papel en situaciones de emergencia (41,4%).
Pese a ello, son precisamente los menores de 30 años quienes manifiestan más obstáculos a la hora de sacar o ingresar efectivo: un 65,5% asegura haber tenido problemas, frente al 44,2% entre los mayores, lo que pone de relieve el impacto del cierre de cajeros y oficinas en numerosos barrios y áreas urbanas.