Morgan Stanley está a punto de concluir una significativa operación de transferencia de riesgo (SRT) asociada a una cartera de créditos gestionados por fondos privados, cuyo valor asciende a 6.000 millones de dólares (5.168 millones de euros).
Según informaciones de ‘Bloomberg’ que citan a fuentes cercanas al caso, el volumen del SRT podría llegar a los 750 millones de dólares (646 millones de euros), lo que representa un 12,5% del total del ‘pool’ de créditos.
Los SRT son utilizados por los bancos como una forma de protección ante el no pago de los préstamos. Estos instrumentos usualmente toman la forma de bonos vinculados a créditos destinados a fondos de pensiones, fondos soberanos y hedge funds.
Con esta maniobra, el emisor consigue liberar capital que, de otra forma, se reservaría para cumplir con regulaciones. Además, facilitan la gestión del riesgo asociado a ciertos sectores o tipos de deuda.
Normalmente, el banco emisor recibe protección contra impagos de entre el 5% y el 15% del valor del ‘pool’, mientras que los inversores pueden lograr rendimientos de dos cifras.