Renta 4 ha expresado este miércoles una visión constructiva sobre el comportamiento de los mercados de cara a 2026 y, en particular, ha calculado para el Ibex 35 un margen de subida aproximado del 5%, lo que situaría al índice español alrededor de los 17.300 puntos.
“Este año sí que somos bastante más prudentes […] pero yo creo que sigue habiendo muchas joyas dentro del Ibex”, ha señalado la directora de análisis y estrategia de la entidad, Natalia Aguirre, durante la presentación de la hoja de ruta de inversión para 2026.
En términos generales, Aguirre ha dibujado para el próximo ejercicio un entorno favorable a una evolución positiva del ciclo económico, apoyado en estímulos tanto monetarios como fiscales y en la prolongación del crecimiento de los beneficios empresariales.
Escenario macroeconómico por regiones
Por áreas geográficas, el punto de partida en Estados Unidos es el de una economía que resiste mejor de lo que se preveía gracias a la política fiscal y a los resultados de las compañías, aunque será necesario vigilar de cerca la situación del mercado laboral. La inflación, ha advertido, seguirá sometida a ciertas presiones, mientras que la Reserva Federal (Fed) recortaría los tipos de interés en tres ocasiones, hasta el 3,25%.
En cuanto a Europa, Renta 4 considera que 2026 será el ejercicio en el que se deberán “convertir las promesas de estímulos en realidades”, especialmente en ámbitos como la defensa y las infraestructuras, con la economía alemana actuando como principal locomotora. Este escenario iría acompañado de una inflación contenida en torno al 2, un Banco Central Europeo (BCE) que ya habría completado su tarea al situar los tipos en el 2% y unos beneficios empresariales avanzando a tasas de doble dígito.
En el frente geopolítico, el año estará marcado por la pugna por la hegemonía entre Estados Unidos y China, con nuevos episodios de tensión arancelaria —el acuerdo previo solo tiene vigencia de un año—, pero también con una interdependencia clara en el acceso a tecnología y minerales críticos.
Valoraciones, liquidez e impacto de la Inteligencia Artificial
Al centrarse en los mercados, Aguirre ha admitido que las valoraciones pueden ser “exigentes”, si bien ha matizado que resultan asumibles en un contexto de elevada liquidez y expectativas de crecimiento tanto a nivel macroeconómico como en los resultados de las compañías.
Este análisis cobra especial relevancia en el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA), donde la directiva ha reconocido la existencia de riesgos, pero ha descartado que se esté gestando una burbuja similar a las del pasado.
Según ha explicado, las valoraciones del sector son altas, pero no tan desorbitadas como en episodios anteriores, ya que las empresas actuales presentan beneficios y una sólida generación de caja apoyada en sus negocios principales: “En aquel entonces había empresas que no tenían ni modelo de negocio”, ha recordado al comparar con la burbuja tecnológica del año 2000.
“Hoy en día empieza a haber un impacto tangible y transversal de la IA, está empezando a transformar sectores a través de un incremento de productividad”, ha añadido, subrayando el avance real de esta tecnología.
No obstante, ha advertido de la aparición de señales de alerta y de factores a seguir de cerca, como la circularidad de las inversiones: “Hay mucho riesgo de financiación cruzada. Si uno de los actores tiene problemas, puede producirse un cierto efecto dominó, porque tienen la misma base inversora y la misma base tecnológica”, ha indicado.
En este contexto, ha señalado a Oracle y OpenAI como los dos “eslabones débiles” de la cadena, además del desafío que supondrá abastecer de energía a toda la industria ligada a la IA.
Estrategia en renta variable y renta fija
Como consecuencia de todos estos elementos, la propuesta de Renta 4 en renta variable pasa por evitar seguir al mercado en sus subidas y aprovechar las correcciones para tomar posiciones, insistiendo en la importancia del ‘stock picking’ y de la gestión activa.
De partida, la firma no adopta un sesgo regional marcado: en Estados Unidos se apoyan en la solidez de los beneficios y en una adopción selectiva de la IA, mientras que en Europa confían en el respaldo de unas valoraciones atractivas y en una aceleración tanto del ciclo económico como de los resultados corporativos.
En paralelo, la entidad mantiene una visión positiva sobre la renta fija, sustentada en unos tipos de interés que seguirán siendo favorables en términos nominales y reales.
Para la deuda soberana, Renta 4 se inclina por duraciones cortas, al prever que las rentabilidades tenderán a moderarse, aunque seguirán siendo interesantes para los perfiles más conservadores —en torno al 2% en Europa y al 3,5% en Estados Unidos—. En cuanto al crédito corporativo, la preferencia se dirige hacia emisiones de mayor calidad (‘investment grade’).
En el capítulo de materias primas, la firma espera un desempeño relativamente estable del petróleo, con el exceso de oferta ya incorporado en las cotizaciones y la geopolítica como principal foco de incertidumbre. El oro, por su parte, continuará teniendo un papel en cartera en 2026 como activo defensivo, mientras que el cruce euro-dólar se movería alrededor de los 1,2 “billetes verdes”.
Rentabilidad de las carteras y apuestas de inversión
El codirector de análisis, César Sánchez-Grande, ha destacado que en 2025 las carteras de la casa han logrado una revalorización cercana al 47%: “Demuestran que una gestión activa y fundamentada en un análisis exhaustivo es la mejor herramienta para generar valor en escenarios complejos”, ha afirmado.
De cara a 2026, ha defendido que “será clave una estrategia equilibrada, combinando valores defensivos y cíclicos para continuar generando alfa y adaptarnos a la dinámica del mercado”.
En esta línea, la cartera de ‘Cinco Grandes’ de Renta 4 se inclina por ArcelorMittal, Cirsa, Enagás, IAG y Banco Santander, mientras que la cartera ‘Versátil’ incorpora estos títulos junto con Almirall, Navigator, Neinor Homes, Rovi y Banco Sabadell.
Por su parte, la cartera ‘Dividendo’ está formada por Enagás, IAG, Mapfre, Merlin, Navigator, Rovi, Sabadell y Sacyr. A su vez, la estrategia ‘Iberia S&M’, centrada en compañías de pequeña y mediana capitalización, muestra preferencia por Almirall, Amper, Dia, Ebro Foods, Línea Directa, Mélia, Neinor Homes y Tubacex.
Sector bancario y tendencias estructurales
En relación con la banca, Sánchez-Grande ha señalado que el sector se ha comportado de forma muy positiva en los últimos ejercicios y que, aun así, sigue ofreciendo potencial en un escenario de tipos de interés estables, baja morosidad y elevado volumen de crédito.
Dentro de este contexto, han justificado la apuesta por Santander, al detectar catalizadores a corto plazo, como la celebración de su Día del Inversor a comienzos de año y el margen de mejora en la remuneración al accionista.
Por último, el presidente de Renta 4, Juan Carlos Ureta, ha apuntado que las grandes tendencias que condicionarán la evolución de la economía y de los mercados giran en torno al modelo de liquidez total y a la tokenización de activos, tanto financieros como reales, subrayando que ambos vectores han encontrado en la Administración Trump su principal impulsor.










