Riu Hotels & Resorts se ha erigido en la primera gran cadena hotelera internacional que consigue certificar toda su planta en funcionamiento con Ecostars, la plataforma de inteligencia artificial especializada en criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
Con este paso, la compañía mallorquina adelanta uno de los objetivos centrales de su hoja de ruta de sostenibilidad “Proudly Committed”, que estaba fijado inicialmente para 2026.
Tras el acuerdo suscrito a comienzos de 2025, la hotelera ha culminado el proceso en un plazo muy reducido, al certificar 98 establecimientos repartidos en 21 países en menos de un año.
El distintivo abarca el 100% de su planta operativa, quedando fuera únicamente las aperturas más recientes, el Riu Plaza Toronto (Canadá) y el Riu Ventura (México), que todavía no disponen de datos de consumo analíticos suficientes para poder ser evaluados.
Gestión de la huella de carbono y mayor transparencia
La certificación Ecostars, reconocida por la Organización Mundial del Turismo (OMT), proporciona a la cadena nuevas herramientas para reforzar su desempeño ambiental, con especial énfasis en el cálculo de la huella de carbono de Alcance 3. Este parámetro mide el impacto indirecto generado a lo largo de toda la cadena de valor, desde la producción de alimentos hasta el transporte de suministros.
Al mismo tiempo, la plataforma ofrece una base de datos sólida sobre atributos de sostenibilidad, lo que facilita una comunicación más ágil y transparente con turoperadores y agencias de viajes.
La responsable de Sostenibilidad Operativa de RIU, Xisca Sitjar, ha subrayado que esta herramienta es “perfecta” por su diseño específico para la industria hotelera, ya que permite comparar consumos con una comunidad de hoteles similares y centrarse en indicadores clave como energía, agua y residuos.
Desde la empresa remarcan que una gestión sostenible integral genera un valor múltiple que repercute directamente en la cuenta de resultados, gracias a la reducción de los costes operativos.
La mejora en la eficiencia de recursos se combina con una mayor capacidad para captar viajeros con fuerte conciencia ambiental y para acceder a nichos de mercado muy exigentes, como el turismo de congresos e incentivos (MICE).
Además, este logro ayuda a la cadena a disminuir los riesgos normativos y financieros asociados a la gestión ambiental.