Se espera que la inversión en promoción inmobiliaria en España experimente un crecimiento del 43% en la próxima década, alcanzando los 50.000 millones de euros en 2030, de acuerdo con el primer Observatorio de la financiación del sector promotor, realizado por Urbanitae y KPMG.
El estudio indica que la cifra de inversión fue de 35.000 millones de euros en 2024, con un 22% a 24% de esta suma proveniente de aportaciones de capital, que incluyen tanto a los promotores como al ‘equity’ de los financiadores alternativos.
El 76% al 78% restante de la financiación procedió de deuda, distribuida a través de entidades bancarias e inversores alternativos como fondos de inversión especializados en el sector inmobiliario, ‘private equity’, ‘family offices’ y plataformas de crowdfunding.
Se detalla que los promotores contribuyeron con el 9% al 11% del total, mientras que los financiadores alternativos aportaron entre el 30% y el 32%, desglosado en 11% a 13% en ‘equity’ y 18% a 20% en deuda. De este último porcentaje, el crowdfunding representó entre el 1% y el 3%. Sin embargo, la banca se mantuvo a la cabeza con una participación del 56% al 58%.
Para 2030, se anticipa una reducción en la participación bancaria al 51%-53%, mientras que los financiadores alternativos elevarán su contribución al 40%, lo que traducirá en inversiones de entre 18.500 y 20.000 millones de euros, con 1.000 millones provenientes de crowdfunding y crowdlending.
«Estas previsiones reflejan la consolidación de la financiación alternativa como un pilar esencial del nuevo ciclo inversor del sector promotor, aportando mayor flexibilidad y actuando como puente entre el capital y el crédito tradicional», afirmó Diego Bestard, consejero delegado y fundador de Urbanitae, durante la presentación del informe.
En un debate reciente, Carlos Cuatrecasas, socio en FS Consulting Strategy de KPMG en España, destacó que la financiación alternativa es «especialmente relevante» en segmentos menos activos por parte de la banca, como en la adquisición de suelo, fases iniciales o proyectos de alto riesgo, así como en nuevos formatos residenciales como el ‘flex living’ o ‘senior living’.
El informe también señala que los mercados anglosajones, como el Reino Unido y Estados Unidos, están a la vanguardia en la diversificación del capital en el sector promotor, con un mayor peso de la financiación alternativa que alcanza el 40% y 50% respectivamente. En contraste, en Europa continental y especialmente en España, la banca sigue predominando, aunque los fondos de deuda y otros vehículos alternativos están ganando terreno.











