En el contexto de la IV Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre financiación para el desarrollo, las asociaciones bancarias AEB y CECA han emitido un comunicado conjunto donde solicitan una regulación que fomente la inversión y la competitividad.
Estas entidades han solicitado una mayor coherencia y proporcionalidad en las regulaciones, además de mejorar las condiciones de financiamiento para potenciar la competitividad empresarial.
Resaltaron la importancia de un marco regulador internacional «coherente y estandarizado» que prevenga la fragmentación y facilite la liberación de fondos para proyectos de infraestructura resiliente desde el sector privado.
Según las sugerencias del grupo consultivo de empresas en la OCDE (Business at the OCDE-BIAC), han reiterado la «necesidad» de un ambiente regulatorio común a nivel global, que sea estable y ajustado a los riesgos que enfrenta el ámbito financiero, buscando un equilibrio entre la proporcionalidad y eficacia.
Además, han hecho hincapié en los problemas que surgen de las asimetrías regulatorias y fiscales causadas por impuestos ‘ad hoc’, destacando la inseguridad jurídica que esto genera y sus efectos negativos sobre las inversiones internacionales.