UGT ha reclamado para 2026 una senda “ambiciosa” de incrementos salariales que permita una ampliación general del poder adquisitivo y se traduzca, en última instancia, en una mejora sólida de las condiciones de vida de la población trabajadora.
El sindicato considera imprescindible acordar un nuevo aumento del salario mínimo interprofesional (SMI), ajustado al actual contexto de expansión económica. Además, insiste en seguir impulsando al alza el resto de salarios mediante la negociación colectiva, con revisiones que tengan en cuenta tanto la carestía de la vivienda como los elevados márgenes empresariales, que en los últimos años se mantienen en niveles récord.
UGT se pronuncia después de que este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE) avanzara que el Índice de Precios de Consumo (IPC) redujo en diciembre su tasa interanual en una décima, hasta el 2,9%, como consecuencia del abaratamiento de los carburantes.
En una nota, el sindicato ha subrayado que el IPC adelantado se sitúa ocho décimas por debajo de las subidas salariales medias pactadas en convenio, que alcanzan el 3,5%.
A juicio de UGT, este diferencial favorable confirma la relevancia del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), al haber facilitado incrementos salariales consistentes y la protección del poder de compra de numerosas familias trabajadoras.
No obstante, el sindicato advierte de que una parte importante de las personas asalariadas continúa sin percibir una mejora económica nítida y que quienes tienen rentas más bajas siguen padeciendo, en mayor medida, el encarecimiento de los productos básicos. Al mismo tiempo, el fuerte aumento del precio de la vivienda imposibilita la emancipación o, en el mejor de los casos, consume una porción desproporcionada de los salarios.