El PSOE ha sufrido un revés histórico en las elecciones autonómicas del 21 de diciembre. La formación ha pasado de 28 a 18 escaños, una pérdida de diez diputados, y ha quedado relegada a la segunda posición, con alrededor del 25% de los votos, muy lejos del Partido Popular, ganador de la jornada.
Nunca antes el PSOE había descendido de la barrera del 39% de apoyo electoral en Extremadura, una comunidad en la que ha gobernado durante 36 de los últimos 42 años. El resultado confirma una fuerte desmovilización del electorado socialista y un cambio profundo en el equilibrio político regional.
Ejecutiva regional convocada de urgencia
Tras conocerse el alcance de la derrota, la Ejecutiva regional del PSOE fue convocada en el día de ayer para la tarde de este lunes, a partir de las 17 horas. En esa reunión, se analizarán los resultados electorales y es previsible que Gallardo comunique formalmente su renuncia como líder regional del PSOE, lo cual activaría los mecanismos internos de relevo, que pasan por la constitución de una gestora y la convocatoria de un congreso extraordinario.
Según las informaciones publicadas, estas medidas han sido acordadas con la dirección federal del partido y con la Secretaría de Organización, encabezada por Rebeca Torró.
Presión interna y petición de que no recoja el acta
La crisis interna se ha intensificado durante las últimas horas. La dirección provincial de Cáceres, reunida desde primera hora del día, ha reclamado que Gallardo no recoja su acta de diputado y que cesen los cargos orgánicos vinculados a su liderazgo.
Varios dirigentes territoriales han calificado el resultado como un “desastre absoluto” y han exigido un cambio profundo en la organización para iniciar la reconstrucción del partido en la región.
Gallardo: “Lo que más me ocupa es el PSOE”
Antes de que finalizara el escrutinio del 21D, el propio Gallardo reconoció la gravedad del resultado y avanzó que convocaría a los órganos del partido para analizar la situación.
“Lo que menos me preocupa es mi futuro político; lo que más me ocupa es que el PSOE tome la mejor decisión”, afirmó en la noche electoral, dejando entrever una salida ordenada.
Una campaña marcada por la controversia judicial
La campaña electoral del PSOE en Extremadura ha estado condicionada por la situación judicial de Gallardo, procesado por presuntos delitos de tráfico de influencias y prevaricación administrativa en una causa relacionada con su etapa al frente de la Diputación de Badajoz.
Por primera vez, un cabeza de lista del PSOE concurría a unas autonómicas en Extremadura estando procesado, un factor que ha pesado en el debate público y en la percepción del liderazgo.
Ferraz evita la lectura nacional
Desde la dirección federal del PSOE se ha optado por encapsular el mal resultado en el ámbito autonómico, evitando una lectura nacional de la derrota. Fuentes del partido han señalado que se respetará la decisión que adopte la Ejecutiva extremeña tras su reunión.