Cuando la posibilidad de que Europa ratifique el acuerdo con Mercosur este mismo sábado parece alejarse, el Parlamento Europeo ha fijado su posición respecto a las salvaguardias en el acuerdo. La medida legal protege a los productos europeos sensibles, como podrían ser la carne de ave y de vacuno, abriendo la puerta a que se puedan suspender las preferencias arancelarias sobre ellos.
En concreto, lo que ha salido adelante es el proyecto de reglamento que lleva la firma del eurodiputado español Gabriel Mato. El texto legal, que estipula umbrales más estrictos para activar las salvaguardias y plazos de investigación más cortos, ha recibido el aval de 431 eurodiputados, con la oposición de 161. Dichas salvaguardias son parte del acuerdo de asociación entre Europa y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Estrasburgo quiere que la Comisión abra una investigación sobre la urgencia de medidas de protección en el caso de que las importaciones de estos productos agrícolas sensibles se incrementen de media un 5 % en un plazo de diez años. La propuesta inicial del Ejecutivo hablaba de tres años.
Además, pide que se reduzcan los plazos de investigación para que estas medidas palanca se puedan activar de forma temprana. Así, se pasaría de los seis meses que ahora se estaban discutiendo a los tres que plantean los eurodiputados, y dos en vez de cuatro con respecto a los productos sensibles.
Requisitos para todos
En la votación también ha prosperado una enmienda que propone un mecanismo de reciprocidad. Con este, el Ejecutivo estará obligado a abrir un expediente y a adoptar las medidas de salvaguardia cuando esté demostrado que las importaciones se están beneficiando de los privilegios arancelarios y no cumplen requisitos medioambientales, además de otros requisitos como los de bienestar animal, salud y seguridad alimentaria o protección laboral a los que sí que están sujetos los productos europeos.
El propio Mato, al término de la votación, ha celebrado que prácticamente el conjunto del arco parlamentario haya respaldado lo que consideran “un compromiso sólido y equilibrado”. “Estas salvaguardas mejoran de manera significativa el funcionamiento del reglamento, mediante una mayor protección al sector y un marco de aplicación más fiable”, desgrana el popular.
Desde el grupo socialista también se muestran satisfechos con el proyecto alcanzado porque creen que ha prevalecido “el sentido común”, incluso con aquellos parlamentarios que se manifestaban “escépticos acerca del acuerdo comercial”.
Apuntan a que incluso los más contrarios a la alianza son “conscientes de que redunda en interés de todos disponer de una red segura adicional de este tipo”. “La única respuesta sensata a lo que China y Estados Unidos están haciendo es dar luz verde al acuerdo con Mercosur”, sentencia el eurodiputado alemán Bernd Lange.
A Francia no le convence
Sin embargo, Francia no parece estar dispuesta a dar su visto bueno todavía a la medida, que necesita el respaldo de los Veintisiete para prosperar. Este lunes, el presidente Emmanuel Macron le trasladó a la máxima dirigente europea, Ursula von der Leyen, que “el acuerdo no cumple actualmente con los requisitos para proteger a los agricultores franceses”.
París ha propuesto a sus homólogos retrasar la votación prevista para esta semana al próximo año. Sin embargo, todavía hay delegaciones en el Consejo que ven posible que los embajadores lleguen a un acuerdo en los próximos días, entre ellas España.
Básicamente, el sector agrícola francés se opone a la entrada en el continente de carne, azúcar, arroz, miel y soja sudamericanos. Rechazan de facto el protocolo de lucha contagiosa de bovino, donde se estipula el sacrificio de los rebaños cuando se detecta un caso.
El secretario de Estado para la Unión Europea español, Fernando Sampedro, ha trasladado a sus homólogos en Bruselas su convicción de que “nunca se han dado unas circunstancias tan favorables”. “En este contexto internacional, la prioridad de la Unión Europea en su conjunto de cerrar este acuerdo es vital. Así que esperamos que así sea”, ha insistido.
Última bala
Dinamarca, que ocupa la presidencia rotatoria del Consejo actualmente, sigue apostando por someter la medida al voto de los países esta misma semana. Este paso estaba supeditado a que el Parlamento ratificase las salvaguardias, como ha terminado haciendo.
En este sentido, la presidencia podría llevar la votación a la reunión de este mismo jueves. De lograrse un acuerdo, Von der Leyen podría desplazarse el próximo sábado a Brasil para acabar ratificando en una ceremonia en Brasil el acuerdo.
En septiembre, después del acuerdo arancelario con Estados Unidos, la Comisión Europea buscaba recuperar la iniciativa en materia comercial. Tras años de negociaciones, el Colegio de Comisarios acabó dando luz verde al texto final del tratado. La decisión llegaba cuando pasaban casi nueve meses desde que se firmó el acuerdo entre la Unión Europea y el bloque sudamericano en Montevideo.

«Tenemos la oportunidad de crear un mercado de 700 millones de personas», manifestó entonces la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. La alianza comercial pretende eliminar gradualmente los aranceles sobre la mayoría de los productos intercambiados entre ambas potencias. Se trata de permitir una apertura comercial sobre sectores industriales y agroalimentarios.
En lo concreto, Mercosur liberalizará el 91 % de sus importaciones y la UE el 92 %. Se incluyen productos sensibles como la carne o cultivos. Eso sí, se establecerán cuotas y salvaguardias para proteger los mercados locales. Más estrictas serán las normas en materia de medio ambiente, derechos laborales o seguridad alimentaria mediante estándares para ambos bloques.