Pedro Sánchez pide a la ONU pasar a la acción: «Ha llegado el momento»

El presidente del Gobierno reclama más compromiso internacional ante la reducción de donantes y propone una reforma de la arquitectura financiera global desde la Cuarta Conferencia Internacional FFD4

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez (i) y el presidente de la ONU, António Guterres (d) y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen durante la recepción . A 30 de junio de 2025 en Sevilla, Andalucía (España). Francisco J. Olmo / Europa Press 30/6/2025

Durante la sesión inaugural de la  Cuarta Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre la Financiación para el Desarrollo (FFD4), que tendrá lugar entre desde el 30 de junio y hasta el 3 de julio en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (FIBES), el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha demandado redoblar los compromisos en un momento en el que «la comunidad de donantes se reduce drásticamente».

En su intervención, Sánchez ha llegado a marcar tres objetivos concretos en los que trabajar los próximos días, apostando por la «ambición frente a la parálisis», la solidaridad y la valentía:

  1. Convertir las palabras en acciones: El Ejecutivo presentará durante la jornada del lunes el programa «Sevilla para la acción».  Se pretende que este programa sirva para promover iniciativas y programas multilaterales que ayuden a  «aunar esfuerzos para alcanzar más impacto».
  2. Afrontar con solidaridad los grandes debates sobre el desarrollo: «En el mundo en el que la comunidad de donantes se reduce drásticamente es el momento de redoblar nuestro compromiso. Los países en desarrollo necesitan espacio fiscal para aplicar sus estrategias nacionales», ha afirmado Sánchez.
  3. Reforzar la confianza: Dice el presidente del Gobierno que en un mundo cada vez más fragmentado «necesitamos un multilateralismo reforzado. No hay un norte y un sur: solo hay una humanidad que necesita soluciones».

«Ha llegado el momento y este es el lugar», ha dicho, apostillando que «nos hemos reunido porque las vidas de millones dependen de las decisiones que tomemos estos días».

El camino por recorrer

El líder del Ejecutivo , que ha sido elegido como presidente de la Conferencia, ha marcado que la brecha de financiación para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible se estima en «4 billones de dólares anuales». «Solo un tercio de las metas evaluables están en camino de cumplirse», ha lamentado.

Sánchez considera que la cita internacional es una «oportunidad para cambiar el rumbo» y alzar la voz «contra los que intentan convencernos de que la rivalidad y la competencia van a marcarle el paso a la humanidad».

Sobre la propuesta de una reforma fiscal para los países en desarrollo, ha sentenciado que resulta esencial «renovar la arquitectura financiera internacional» para hacerla más representativa, más justa y más eficaz». «No hay frontera por más blindada que esté que pueda frenar el impacto de los desafíos a los que hacemos frente», ha concluido.

«Vientos en contra»

Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha planteado que «el desarrollo y la cooperación internacional enfrontan fortísimos vientos en contra». Ha apuntado a la desaceleración de la economía, los conflictos comerciales y a unos presupuestos de ayuda diezmados como los tensionadores del multilateralismo.

«El vínculo entre paz y desarrollo son evidentes», según Guterres porque «nueve de los diez países con indicadores de desarrollo más bajos se encuentran en situación de conflicto». Por ello, ha advertido de que «no se trata de una crisis de cifras, sino de una crisis de personas, de familias que pasan hambre».

Guterres también ha querido marcar una hoja de ruta para lograr cumplir con las metas marcadas. «Tenemos que hacer fluir los recursos», ha solicitado para que los países dirijan el proceso movilizando los recursos e invirtiendo en las esferas de mayor impacto como podrían ser la educación, la atención sanitaria o las energías renovables.

En línea con lo planteado por Sánchez, ha puesto sobre la mesa la idea de la necesidad de reforzar los sistemas tributarios para combatir los flujos financieros ilícitos y la evsasión fiscal. Todo ello con una ayuda a los países al desarrollo para que puedan dedicar una mayor parte de sus ingresos tributarios a los sistemas «que necesitan las personas». Cree Guterres que la propuesta de que los países desarrollados dupliquen la ayuda dedicada a la movilización de fondos nacionales puede servir de apoyo para conseguir lo propuesto.

«Los bancos multilalterales y nacionales para el desarrollo deben unirse para financiar grandes inversiones». Para esto ha solicitado triplicar la capacidad de préstamos de estas organizaciones y reorientar los derechos especiales de giro. Entre otras propuestas, ha planteado soluciones que mitiguen los riesgos de cambios de divisa.

Además, ha invitado a impulsar un registro único de la deuda en «aras de la transparencia que promueva prácticas responsables de endeudamiento» y «suspender el servicio de la deuda en épocas de emergencia«.

El papel de Europa

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha tomado también la palabra durante la sesión inaugural para reafirmar su compromiso con la financiación al desarrollo. «Pueden contar con nosotros. Estamos listos para invertir«, ha sentenciado.

Ha afirmado que “la tributación nacional es la base más sostenible de financiación» para servicios como la sanidad y la educación. En esta línea, ha apuntado la necesidad de aunar en el acuerdo con la OCDE sobre las normas tributarias para impulsar este tipo de iniciativas.

Además, ha apelado al sector privado. «Las entidades privadas son centrales para nuestro programa de inversión global, estamos atrayendo a entidades en programas transformadores.Vamos a ir más allá de nuestro objetivo», ha concluido.

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