El consejero vasco de Industria, Sostenibilidad y Transición Energética, Mikel Jauregi, ha subrayado que el Plan de Industria Euskadi 2030 proporciona “certezas” y consolida una apuesta decidida para que Euskadi continúe siendo “un país con sus raíces en la industria”. Además, ha recalcado que ahora “toca espabilar” para atraer inversión extranjera al País Vasco.
Jauregi ha expuesto estas ideas en el Parlamento Vasco durante la presentación del Plan, que contará con 3.900 millones de recursos públicos y aspira a movilizar 12.000 millones de inversión privada.
El consejero ha remarcado que se trata de una “apuesta clara” para que Euskadi siga siendo “un país con sus raíces en la industria” y para responder a las demandas del tejido industrial, con la meta de avanzar “en más industria, mejor industria y menos emisiones” y asegurar la generación de empleo de calidad. Ha defendido que la industria es “una fuente de progreso, riqueza, bienestar y empleos de calidad” y que este plan representa “un salto cualitativo sin precedentes en la política industrial del país”.
Ha recordado que la industria vasca ha superado fases muy complicadas, con “grandes reconversiones y un alto nivel de desempleo”, pero ha advertido de que nunca antes se habían acumulado “tantos frentes abiertos”, como la transformación digital, la transición energética o unas coordenadas geopolíticas “inesperadas” que han incidido en la autonomía estratégica de Europa.
En este contexto, ha señalado que, en unos “momentos de incertidumbre casi total”, el plan se orienta a ofrecer “certezas” y ha detallado sus ejes de actuación y prioridades estratégicas.
Al analizar la situación de Europa en campos como la digitalización, ha admitido que “no se está muy bien” y que quedan “muchos deberes” si se pretende mantener “la competitividad como continente”. Ha añadido que la descarbonización “sigue siendo un reto para la industria”.
Mikel Jauregi considera que Euskadi dispone de “buena base” para desempeñar un papel relevante en la reindustrialización que Europa necesita. “La tesis que tenemos es es que si Europa tiene más industria, a nosotros también nos tocará subir más”, ha indicado.
Arraigo empresarial y suelo industrial
El consejero ha apuntado que Euskadi debe encarar desafíos como el arraigo de las empresas. Ha lamentado que, en el País Vasco, el capital propio “se vio obligado a salir fuera” y “los fondos tomaron su lugar”.
Ha explicado que el Gobierno trabaja para revertir esa realidad “poco a poco”, de manera “proactiva”. También ha puesto el foco en la necesidad de que las pymes industriales ganen dimensión y en reforzar el “emprendizaje” que, en sus palabras, “anda un poco triste”.
En el capítulo de inversiones, ha recordado que el suelo industrial “siempre ha sido un problema y lo sigue siendo”, tras señalar que en los últimos años se han perdido dos millones de metros cuadrados.
Jauregi ha asegurado que el objetivo es atraer inversión extranjera en actividades con alto potencial de futuro, ya que “desgraciamente en los últimos 50 años no ha habido una multinacional que haya apostado por Euskadi” y ha atribuido esta ausencia a que “ETA, que las hacía polvo y nadie se animaba”.
“Toca espabilar” e internacionalización
No obstante, ha recalcado que ETA ya no existe y que ahora “toca espabilar y empezar a hacer el músculo para atraer inversión extranjera a esos sectores de potencial de futuro y empezar a crear nuevas cadenas de valor y nuevo tejido industrial”.
En esta línea, ha resaltado la necesidad de consolidar la presencia internacional de las empresas vascas en mercados clave, en un contexto en el que, tras los aranceles de Trump, se ha “revolucionado todo el tablero comercial”.
Ha indicado que, en la actualidad, la exportación “no es tan fácil” porque hay “muchas barreras” y ha defendido que se debe apostar por exportar “mayor valor añadido”. Además, ha apuntado que, cuando la coyuntura se estabilice, deberán valorar si es preciso acompañar a empresas para que establezcan implantaciones productivas en el exterior y así acceder a nuevos mercados.
En el ámbito del talento, ha insistido en que su captación es uno de los grandes desafíos y ha remarcado la importancia de incorporar a más mujeres a la industria. También ha puesto énfasis en mejorar la productividad mediante una mayor inversión en innovación.
Mikel Jauregi ha explicado que la principal novedad del plan reside en la apuesta por hacer “cuadrilla” y reforzar la colaboración público-privada para sacar adelante proyectos transformadores, con la intención de “intentar ponerse a la altura de los competidores”. “Tenemos que intentar alcanzar a los que van un poco por delante de nosotros y que los que vienen más atrás no nos alcancen”, ha subrayado.
Reacciones de los grupos parlamentarios
Tras la intervención del consejero, los grupos parlamentarios han fijado posición. EH Bildu ha señalado que resulta difícil oponerse a los objetivos de “más industria, mejor y menos emisiones” y ha valorado que, a su juicio, el plan asume “el fracaso de las políticas neoliberales de las últimas décadas” y refleja un “cambio de discurso” en el Ejecutivo.
EH Bildu ha reprochado, sin embargo, la falta de “concreción” en metas, “hitos medibles” y en la definición de los proyectos transformadores. Ha avanzado que algunas de sus propuestas de resolución se centrarán en su rechazo a invertir en la industria armamentística, el impulso del euskera o la creación de un instituto público de I+D, entre otros puntos.
El PNV, por su parte, ha considerado que el Plan “acierta” y es “totalmente adecuado” en un “momento imprescindible”, y ha expresado su “total respaldo”. Tras remarcar la relevancia de reforzar la industria, ha defendido que con esta “nueva mirada” aspiran a ser “pioneros”. “Queremos una industria fuerte porque queremos una sociedad equilibrada”, ha afirmado.
El PSE-EE ha indicado que respalda “con convicción y responsabilidad” este Plan, que configura “una estrategia ambiciosa que no sólo mira al futuro de la industria, sino al de Euskadi”. A su entender, ofrece “una hoja de ruta clara para la transformación industrial que necesita Euskadi”.
Los socialistas han recordado que siempre han apostado por una política industrial “activa”, con liderazgo público y visión a largo plazo, algo que, han dicho, “está plenamente reflejado” en el plan, que “refuerza las fortalezas para seguir compitiendo en un entorno cada vez más exigente”. Consideran que es la “herramienta adecuada” para que la industria continúe siendo “motor del bienestar y seña de identidad” de Euskadi.
El PP ha mostrado su coincidencia con los ejes de actuación del Plan, orientados a “más industria, mejor industria y menos emisiones”. No obstante, ha denunciado que entre los retos detecta “ausencias”, como la logística, la “hiperregulación”, la gestión de residuos o la escasez de perfiles profesionales cualificados en determinados ámbitos.
Los populares han añadido que la evolución de la industria es “preocupante” y que el Gobierno realiza un “análisis muy naif y pobre” de la coyuntura. En su opinión, “si no se quieren ver los problemas reales de la industria”, no se “pueden poner soluciones”.
Han añadido que los proyectos transformadores, aunque resultan interesantes, en algunos casos “no tienen la entidad para considerarse como transformadores” y otros son “reciclados”. “Podría haber sido un buen plan, pero está incompleto y es superficial”, han remachado.
Sumar, por su parte, ha manifestado que no comparte el enfoque de fondo del plan y ha reclamado “un cambio de rumbo” en la política industrial, alertando de la “desindustrialización” que, en su opinión, sufre Euskadi.
En este sentido, sus propuestas de resolución incluirán la puesta en marcha de una empresa pública vasca con capacidad inversora, función redistributiva y control democrático; la creación de un fondo vasco de democratización de la propiedad productiva y la recuperación de instrumentos financieros como la banca pública.