El Partido Popular de Galicia ha lanzado una acusación contra el sindicato identificado como el guía del nacionalismo gallego, alegando que utiliza “todos los subterfugios a su alcance” para “hacerse con el control de los centros educativos”. Por otro lado, la oposición ha criticado que, según los conservadores, la libertad y la democracia “empieza y acaba donde diga el PP”.
Durante la sesión parlamentaria de este miércoles, la diputada Carmen Pomar defendió una proposición no de ley —aprobada por la mayoría del PP— que solicita a la Xunta “frenar y rechazar” cualquier forma de adoctrinamiento político en niños y niñas en edad escolar. La propuesta también pide “seguir avanzando en herramientas que garanticen la neutralidad ideológica en las actividades escolares y complementarias”, promoviendo así la pluralidad y el respeto por las libertades individuales.
Carmen Pomar expresó su preocupación por lo que considera una “incursión” en los programas de estudio con un “despliegue de materiales supuestamente didácticos”, acusando de que hay una manipulación en los contenidos educativos. “Dirán que esto va de apertura mental, pero no, nosotros estamos preocupados por la deriva que está tomando esa pretendida manipulación de los contenidos que estudian nuestros hijos y las actitudes que se van moldeando con premeditación y alevosía”, criticó antes de afirmar que, “por suerte”, se vive en “un estado democrático que ampara la neutralidad ideológica”.
En respuesta, la diputada del BNG Olalla Rodil replicó que para el PP la libertad y la democracia “empieza y acaba donde diga el PP”. “La libertad de expresión, si piensas como ellos; si piensas diferente eres Bildu, ETA, Maduro, Putin y el bipartito”, enfatizó tras recordar que el partido popular había participado en una manifestación en Madrid contra la corrupción y en demanda de elecciones.
“Buenos españoles, no como vosotros, de provincias, rojos y separatistas que vais por ahí a manifestaros por cualquier cosa”, ironizó la nacionalista, criticando que en el “mundo de matrix del PP” el “control ideológico” se traduce en enseñar sobre “la obra de Blanco Amor”.
Por su parte, el diputado del PSdeG Aitor Bouza criticó que el PP traiga a debate un tema “falso”, indicando que la propuesta del PP “reconoce que los centros educativos en Galicia no garantizan la libertad de opinión ni el pensamiento crítico”. “Tenemos que conseguir que la educación sea plural y que el alumnado cuando acaba sus estudios puede pensar por sí mismo y no hace falta que el PP lo tutele”, defendió.
En una segunda intervención, Pomar calificó de “barriobajera” la intervención de Rodil, y declaró que la oposición desea “que ese adoctrinamiento se expanda también a los medios de comunicación, no solo a los currículos, sino también a la TVG a la radio y a las plataformas digitales”.
Finalmente, en otro ámbito educativo, el PSdeG propuso una evaluación urgente de la dotación de personal cuidador y de profesorado de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje, propuesta que fue rechazada por el voto del Grupo Popular. Aitor Bouza destacó las protestas de la comunidad educativa en todo el territorio, señalando que “de nada sirve integrar al alumnado en centros ordinarios” sin dar “capacidad y recursos” al profesorado para “atender con dignidad a todas estas personas”.











