El Gobierno toma el control del Moves para agilizar las ayudas
El Gobierno central asumirá directamente la gestión de las ayudas a la compra de vehículos eléctricos, poniendo fin al modelo en el que los fondos se transferían a las comunidades autónomas.
La decisión llega tras el agotamiento, por segunda vez este año, de los recursos del Plan Moves III, que ha dejado miles de solicitudes en lista de espera.
El nuevo esquema, integrado en el denominado Plan Auto hasta 2030, mantendrá el sistema de ayudas posterior a la compra, pero con un compromiso clave: el pago se realizará un mes después de la adquisición del vehículo, una de las principales reclamaciones de consumidores y concesionarios.
400 millones en 2026 para acabar con las listas de espera
El Ejecutivo ha confirmado una inyección de 400 millones de euros en incentivos a la compra de coches eléctricos durante 2026, aunque aún no se han detallado las cuantías por vehículo. Con esta ampliación, el volumen total de fondos movilizados por el Moves alcanza los 1.700 millones de euros.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentó recientemente el nuevo planteamiento del programa con un mensaje centrado en la industria y el acceso social al vehículo eléctrico. El objetivo, según explicó, es impulsar una oferta competitiva y económica que permita a las familias afrontar la inversión inicial, compensada a medio plazo por el ahorro en combustible y mantenimiento.
Desde el Ejecutivo se anticipa además un fuerte aumento de la oferta de modelos eléctricos por debajo de los 25.000 euros a partir de 2026, un factor clave para consolidar el crecimiento del mercado.
Nuevo Moves para puntos de recarga
Junto a las ayudas a la compra, el Gobierno activará un nuevo programa específico para infraestructuras de recarga, dotado con 300 millones de euros. Este apartado también había sufrido un rápido agotamiento de fondos en 2025, en paralelo al aumento de ventas de vehículos eléctricos y a la implantación de las zonas de bajas emisiones.
En el programa vigente, las ayudas oscilaban entre los 2.500 y 5.000 euros para turismos eléctricos e híbridos enchufables, hasta 9.000 euros para furgonetas eléctricas, y entre 4.500 y 7.000 euros para vehículos de hidrógeno, en función del achatarramiento.
El nuevo diseño para 2026 mantiene la incógnita sobre las cuantías finales, pero promete un cambio clave: menos espera y mayor certidumbre para los compradores.